El Obi-wan Kenobi comunista al que casó una concejala del PP

M. A. VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Mónica Irago

El portavoz de Esquerda Unida- Vilagarcía en Común, Juan Fajardo, dio el sí quiero en una ceremonia llena de disfraces y oficiada por Ana Granja

13 feb 2023 . Actualizado a las 15:01 h.

Quienes se pasaran ayer al mediodía por la plaza del Concello de Vilagarcía podrían pensar que el carnaval se había adelantado. Pero no era así. Los que esperaban a las puertas de Ravella entonces ataviados con disfraces de todo tipo eran, en realidad, los invitados a la boda del concejal de Esquerda Unida-Vilagarcía en Común, Juan Fajardo. Tras treinta años de convivencia con su pareja, el edil decidió darse el sí quiero, pero de una manera muy original. Porque acudió a la cita vestido de Obi-wan Kenobi, personaje de La Guerra de las Galaxias. Y eligió, además, a su rival política en el pleno, la portavoz del PP de Vilagarcía, Ana Granja, para que oficiase la ceremonia.

Piratas, súper héroes y un número incontable de Juan Fajardo esperaban a las puertas del concello la llegada de los novios. Porque parte de los invitados decidió lucir peluca y una careta del concejal como atuendo para acudir al evento. Ir disfrazado era una de las máximas de esta peculiar boda. Llegó primero el novio, vestido con capa y espada láser. Poco después lo hacía la novia, disfraza de Princesa Leia, y la hija de la pareja, de Rei, siguiendo todos la misma temática. «Cariño, cariño..» le gritaron a la novia desde el balcón los Fajardo falsos, mientras la pareja se adentraba en el ayuntamiento.

En el salón noble les esperaba Ana Granja, que comenzó la ceremonia leyendo las obligaciones y derechos de los contrayentes. Una amiga de la novia recordó cómo habían sido los inicios de la pareja y, también, que «detrás de toda gran muller sempre hai un gran home». Intervino también un amigo del novio, que dio paso al momento del sí quiero. La pareja se intercambió los anillos, pero ese no fue el fin de la ceremonia. Todavía hubo tiempo para que uno de los invitados que había acudido disfrazado del propio Fajardo, emulara al político vilagarciano en uno de sus mítines y pusiera a todos los presentes a cantar regueifas.

Granja, visiblemente divertida con todo lo que estaba sucediendo, tomó de nuevo el control de la sesión y dedicó a los novios un poema de Celso Emilio Ferreiro, que dio paso a la música. Y esta peculiar comitiva abandonó Ravella con destino al convite.