El Náutico de San Vicente, sede del laboratorio creativo de Novos Cinemas

leticia castro O GROVE / LA VOZ

AROUSA

LETICIA CASTRO

La cita tenía como objetivo mentorizar a cuatro jóvenes promesas del cine

14 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El Náutico de San Vicente tenía ayer cierto aire cinematográfico, no solo a nivel visual con ese cielo grisáceo y melancólico que dejan los días de invierno en plena playa, sino porque en su interior a puerta cerrada se desarrollaba un interesante laboratorio de la mano del Festival Internacional de Cine de Pontevedra Novos Cinemas. Allí se dieron cita cuatro cineastas noveles, seleccionados por el jurado, para compartir experiencias y asesoramiento de la mano de profesionales de reconocida trayectoria, como es el caso de Isona Admetlla, responsable en esta ocasión del taller. La barcelonesa participa de manera regular en comités de selección de proyectos audiovisuales a nivel estatal y europeo, y es coordinadora del fondo para la cinematografía de la Berlinale World Cinema Fund desde el año 2009.

La primera vez

Es la primera vez en ocho ediciones que un taller sale de la sede del festival y a juzgar por las impresiones no ha sido mala idea. «Estamos hablando de espacios para potenciar la creatividad, que más se puede pedir que un lugar idílico como este al lado del mar», comentaba.

Así, la morada de Miguel de la Cierva se convirtió en la incubadora de prometedores largometrajes que se encuentran aún en una fase incipiente. Se trata de Terra Vil, del portugués Luis Campos, Backside Ollie, de la española Bárbara Fernández, La capital de la semilla, de la argentina Tatiana Ivancovich, y Jurdana, del gallego Jacobo Lagüela. El Náutico se convirtió pues «en un espacio íntimo de desarrollo creativo y de intercambio que además los ha puesto en espejo con otros profesionales», decía Isona. Entre esos expertos estaban la directora Marjorie Bendeck, el productor Jamie Weiss e Isabel Ivars, especialista en márketing y distribución cinematográfica. Fue una jornada «altamente inspiradora», apuntaba Lagüela, mientras confesaba que la experiencia le había abierto nuevas puertas creativas, a lo que Campos añadía: «Me ha servido para gestionar las ideas, narrativas o intenciones de mi propio proyecto y eso es muy valioso».

Allí en San Vicente, al calor de la chimenea tuvieron lugar distintas reuniones e incluso un encuentro con una agente de ventas internacional, entre otras cosas, porque también hubo tiempo para darse un buen chapuzón en las frías aguas del arousanas, que eso también enriquece.