Xaquín Chaves: «Terra» o la fuente inagotable de la naturaleza

Serxio González Souto
SERXIO GONZÁLEZ VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

El pintor de Vilaxoán desbroza décadas y capas de trabajo figurativo en una exposición impactante

05 jun 2024 . Actualizado a las 12:36 h.

Al principio fue la naturaleza. Mejor dicho, la atenta observación de la naturaleza. En realidad, una propiedad de todos y de nadie. Lo que de inmediato se presenta a la primera mirada consciente de la infancia. Lo que a uno lo rodea. Cuando Xaquín Chaves (Vilaxoán, 1959) comenzó a pintar, lo hizo para representar los paisajes que configuran la tierra y el mar que lo vieron nacer. Con el andar del tiempo y el aprendizaje llegaron muchas otras cosas. La expresión abstracta, su profundo trabajo con el cromatismo, las tres dimensiones de la escultura en escogidos espacios públicos. Aunque nunca desapareció del todo, la figuración pasó a ocupar un lugar en el trasfondo de su obra, siempre presente pero no siempre manifiesta. O eso pensábamos (casi) todos hasta que la sala Antón Rivas Briones de Vilagarcía abrió sus puertas el 10 de mayo para dar soporte a Terra, una exposición con la que Chaves rompe unos cuantos tópicos y demuestra que el plácido abandono en manos de la inercia no es, precisamente, algo que se pueda esperar de sus pinceles.

Mientras el mundo se detenía, frenado por la voracidad del coronavirus, el pintor continuaba trabajando en su estudio de Lois. No había relato, nada sucedía. Tampoco objetivos claros ni urgencias que no admitiesen demoras. Ese, reconoce el artista arousano, fue el detonante de todo cuanto podrá contemplarse en la sala de la capital arousana hasta el 30 de junio. Ni es exactamente una muestra retrospectiva ni mucho menos una colección monográfica, aunque algo haya de ambas en Terra. Por resumirlo de algún modo, aquí están representadas las diferentes capas que han ido configurando su piel de creador a lo largo del tiempo, con esa naturaleza que nunca ha abandonado como motivo principal, como eje en torno al que gira una excelente selección de su trabajo figurativo, actual y desbrozado de las últimas tres o cuatro décadas. Por eso mismo, la exposición puede leerse con las gafas de un ejercicio cronológico, tanto como desde una perspectiva extemporánea.

Uno de los primeros impactos artísticos que Chaves recuerda se debe a una serie de tintas que Lino Silva colgó en un pub de Cambados hace ya demasiado tiempo (o no). Aquellas caligrafías de inspiración oriental dispararon su interés. Muchos años de observación y curiosidad, largas decisiones sobre la forma en la que plasmar lo que se quiere representar, han dado lugar a una de las más conmovedoras facetas de Terra: la de los Beirais, humildes paisajes transportados al papel con tinta, carboncillo y agua en una sola sesión de trabajo, dotados de ritmo, poesía y un nada desdeñable conocimiento botánico. Más allá, en la muestra se suceden obras de un carácter pictórico más marcado, así como acuarelas que también capturan esa belleza en lo humilde que, reconoce el autor, responde a una filosofía personal que huye de lo relamido.

En la Rivas Briones cuelgan, por último, dos obras de gran formato con el mar como protagonista. Un contrapicado de las olas del mar de Balieiros que atrae la mirada de forma inmediata, expuesto en un rincón particularmente adecuado por la luz cenital que lo ilumina. Y O Con das Malveiras, en el que habita algo más. Chaves afirma que se trata de una obra metafísica. Algo en esta representación de una magnífica formación rocosa que se espeja en la superficie acuosa y colmata el cuadro, encerrándolo en sí mismo, quita el aliento.

Ninguna línea más es necesaria para referirse a Terra. En ella, como excepción, las imágenes valen mucho más que las palabras. Lo que hay que hacer es contemplarla. Sin prisas. En Vilagarcía.

Martina Miser

«Nube en Lois». «Unha nube en Lois ao rematar o día, Unha pincelada no lenzo do ceo». Acuarela sobre papel Arches. 2023.