El trazado deja sin aceras un tramo de trescientos metros hasta el núcleo carrilexo
15 jun 2024 . Actualizado a las 11:05 h.Si todo transcurre según lo previsto, las parroquias de Bamio y Carril dispondrán de una conexión peatonal en cinco meses. Un plazo que iniciará su cuenta atrás en el momento en el que Construcciones y Obras Taboada Ramos comience a ejecutar las obras. La Consellería de Vivenda e Planificación de Infraestruturas acaba de seleccionar su oferta entre la decena de propuestas que llegaron a la mesa de licitación. La inversión final asciende a 297.308 euros, que servirán para habilitar una senda segregada del tráfico rodado entre O Salgueiral, donde mueren las aceras existentes en Bamio, hasta el acceso a la urbanización de A Tomada de San Roque, en Carril.
Pese a la llamada de atención del Concello de Vilagarcía en este sentido, la fórmula por la que opta la Xunta no prevé la ampliación de esta infraestructura hasta las aceras que verdaderamente dan servicio al núcleo carrilexo, situadas trescientos metros más abajo del punto en el que la consellería detendrá su actuación. A la espera de que se arbitre una solución para este trecho pendiente, el proyecto reduce considerablemente los riesgos a los que se expone quien quiera cruzar a pie la distancia que separa ambas parroquias, bordeando las carreteras PO-549, que comunica Vilagarcía con Catoira, y PO-192, que constituye la principal de las vías que cruzan Bamio.
El trazado alternativo se iniciará donde hoy finalizan las aceras de Bamio. Cruzará hacia el sentido contrario de la PO-192 a través de un paso sobreelevado, a fin de no perjudicar la ya precaria salud del petroglifo de O Meadelo. Se trata de la Pedra do Encanto acerca de la que Fermín Bouza Brey recogió la arquetípica leyenda de la moura que en la mañana de San Xoán tentaba a los mozos de la parroquia con unas tijeras de oro enfrentadas a su propia belleza. A partir de ahí, la senda discurrirá en paralelo a la carretera y al viario municipal que da acceso a la gasolinera, hasta alcanzar el paso inferior bajo la vía VG-4.7, la variante norte de Vilagarcía.
El departamento autonómico explica que la estructura peatonal salvará la calzada mediante otro paso de peatones sobreelevado para dirigirse a un camino que será acondicionado con hormigón coloreado y un ancho de dos metros. Este trecho estará protegido del desnivel con una barandilla metálica. Una vez sobrepasado, también, el viaducto que sobrevuela la vía del ferrocarril, la senda transitará sobre la carretera antigua para concluir en las aceras de A Tomada.
Solución para el cementerio
No menos importante es la solución que la Xunta aporta a un problema que constituye una verdadera temeridad: el acceso al cementerio de Carril, que hoy exige cruzar la PO-548 sin ningún método de calmado del tráfico. El proyecto incorpora un paso de peatones regulado con semáforo y una pasarela de madera.