El abrojo emerge en la zona en la que Costas está invirtiendo medio millón de euros para erradicarlo
01 jul 2024 . Actualizado a las 18:36 h.Hace cinco semanas, el Servicio Provincial de Costas del Estado y la empresa pública Tragsa emprendieron en Vilagarcía de Arousa una actuación pionera. Infestada por el abrojo, una planta cuyas semillas espinosas constituyen una verdadera pesadilla para sus muchos usuarios, la playa de A Concha-Compostela está siendo objeto de una intervención cuyo propósito es erradicar esta molesta y prolífica especie. Azote de ruedas de bicicleta y cualquier tipo de calzado, ha colonizado el arenal con unos setecientos mil pies, como en su momento explicó Javier Silva, el jefe de Ecosistemas Forestales del centro de investigación de Lourizán, que ha asesorado tanto al Concello de Vilagarcía como al departamento estatal a la hora de diseñar este proceso. Las obras, que requieren la remoción de 65.000 metros cuadrados de terreno, están avanzando a buen ritmo. Lo que no quiere decir que el objetivo vaya a ser alcanzado fácilmente. Lo demuestra con claridad el hecho de que el abrojo esté rebrotando en una de las zonas que las máquinas ya han peinado.
Sus pequeñas hojas verdes y las flores amarillas que lo delatan han emergido en un punto concreto, entre el pinar de A Concha y el lugar en el que se ubicaba el parque de calistenia, que ha sido retirado para facilitar la ejecución de los trabajos. Tras conocer este espinoso rebrotar, el responsable municipal de Medio Ambiente, el socialista Diego García, garantiza que hoy mismo abordará el fenómeno con los responsables del proceso de erradicación. «É pronto para quitar conclusións, pero o feito de que este brote agrome nunha localización na que existe cimentación, pois os xogos de calistenia precisan esa base, podería explicar que as máquinas, neste punto concreto, non puidesen traballar tan a fondo como sería preciso», indica el concejal, quien no obstante reitera que se trata únicamente de una hipótesis, a la espera de que Costas y Tragsa examinen el área en la que el abrojo ha reaparecido y tomen medidas para garantizar su eliminación.
«O que ten que quedar claro —subraya García— é que levamos anos agardando, que esta é unha actuación moi importante, cun elevado investimento (528.435 euros) por parte do Estado, e que Costas debe entregala, ao seu remate, con pulcritude». En otras palabras, la supresión de la planta tendrá que ser un hecho contrastable cuando la intervención concluya.
Obviamente, el cumplimiento del objetivo es, para Ravella, irrenunciable. Entre otras cuestiones, será el Concello el que a continuación se haga cargo del mantenimiento de la playa. De acuerdo con el proyecto, la arena exigirá dos o tres riegos anuales con agua de mar para impedir que el abrojo regrese. Esta tarea debe ser atendida minuciosamente, puesto que las semillas espinosas pueden permanecer latentes hasta siete años.
Las obras consisten en la excavación de zanjas de dos metros y medio de profundidad. La arena que yace allí abajo, de mejor calidad, se recupera, mientras que el material tomado por el abrojo se sepulta en su lugar tras ser impregnado con agua de mar.
Cadillo y abrojo son distintos. Aunque la confusión es corriente, y en algunas áreas se les denomina de la misma manera, en realidad el cadillo y el abrojo son especies diferentes. La segunda es la que ha infestado la playa de Vilagarcía. Presente en Arousa desde hace 130 años, pasa por ser un potenciador sexual natural y es capaz de crecer en suelos desérticos.