El vandalismo sigue dejando destrozos en Cambados: una escultura aparece decapitada y las pintadas inundan el pueblo
![Bea Costa](https://img.lavdg.com/sc/JQ5jvoQjNdfECnXre9c57W8g4Y4=/75x75/perfiles/185/1622891957553_thumb.jpg)
AROUSA
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El último episodio ocurrió en el paseo de A Seca, un lugar especialmente castigado por los daños en el mobiliario urbano
05 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El vandalismo sigue dejando huella en Cambados. El último destrozo vuelve a afectar al entorno de A Seca donde ha aparecido rota, sin la cabeza, una escultura obra de la Escola de Canteiros que se colocó en el pequeño parque-mirador construido en la parte oeste del paseo. «Intención puxéronlle porque hasta arrincaron unha pedra do muro para romper a figura. A cabeza deberon de levala de trofeo», según informa el concejal de Cultura e Patrimonio, Liso González.
No es la primera piedra que sacan del muro ni el primer daño causado en este paseo. En el lado puesto, cerca de la zona deportiva, varios bancos de piedra han aparecido pintarrajeados, en el molino de mareas hubo que llevar a cabo una laboriosa y costosa tarea de restauración después de que algún gamberro utilizase la pared para hacer un grafiti y las lámparas que desaparecieron no se volvieron a reponer.
Las pintadas ensucian también otros espacios públicos del pueblo como ocurre en el parque de Torrado, la casa del mar, el monte de A Pastora y el muelle antiguo. Las de Torrado se limpiarán cuando se acometa la obra de rehabilitación del pazo —que tiene un coste de 700.000 euros y está a expensas de una subvención de la Diputación de Pontevedra—, según informa el concejal, y las demás siguen esperando a que otras administraciones intervengan, caso de Portos de Galicia, o a que haya disponibilidad de los servicios municipales de limpieza.
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El vandalismo también se está cebando con los centros educativos. Hace unos meses se registraron daños en la zona verde del colegio San Tomé y en el parque infantil del colegio de Castrelo, donde se invirtieron 8.000 euros en reparar los destrozos; no muy lejos de allí, en la antigua escuela unitaria de O Couto siguen pendientes de reparación los cristales que aparecieron rotos junto a una pintadas. En estos casos, el Concello de Cambados sí presentó denuncia en la Guardia Civil, pero la autoría de los hechos nunca llegó a conocerse. Es complejo encontrar a los culpables cuando no hay grabaciones de videovigilancia que consultar ni testigos, de modo que, en la mayoría de las ocasiones, el Concello desiste de acudir al cuartel.
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Liso González expresa su preocupación por esta deriva y no le queda más que apelar al civismo. «Os mozos confunden e cren que porque algo sexa de todos poden facer o que lle dá a gana. Hai un desleixo polo público», lamenta. Otra prueba es lo ocurrido hace unas semanas en el centro social de Corvillón donde, mientras los obreros trabajaban en la instalación de las nuevas ventanas, alguien se dedicó a pintarrajear una de las paredes.