La primera escuela de interpretación de O Salnés: un espacio para desterrar el silencio

AROUSA

El actor vilagarciano David Seijo, que saltó a la fama con la serie «El barco», pone en marcha Espacio Vacío DS
19 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.David Seijo (Vilagarcía, 1983) decidió que el de la interpretación iba a ser su mundo. Su cara se hizo muy conocida en toda España tras su aparición en la mítica serie El barco. Ahora ha decidido dar un paso más en su carrera y abrir un espacio dedicado a la formación en interpretación, convirtiéndose en la primera escuela de teatro en la comarca de O Salnés. Su objetivo no es solo enseñar interpretación, sino también ofrecer un espacio multifuncional en el que las personas puedan expresarse, desconectar de la rutina y encontrar un refugio en el arte escénico en la rúa Moreira Casal de Vilagarcía. El nombre, Espacio Vacío DS, no surgió porque sí. Seijo se inspiró en el libro El espacio vacío del dramaturgo británico Peter Brook, una obra que discurre sobre el teatro experimental. «Luego le añadí mis iniciales para darle una identidad más personal a la escuela», explica el actor.
La idea de crear este centro surgió tras su experiencia postpandemia con A Liberación, una propuesta teatral que le permitió observar de cerca la necesidad de las personas de encontrar un lugar donde soltarse y recuperar su esencia tras el confinamiento. «Tanto por la gente que me viene como por mí, sentía la necesidad de marcar un lugar, de tener un espacio propio», explica Seijo, que desarrolló ese taller durante varios meses en el Centro Cultural Breogán, de O Piñeiriño.
El centro se ubica en una localización estratégica, cercana a la estación de tren, lo que facilita el acceso a personas de localidades cercanas. Además, su cercanía con el taller de la artista Cris Villegas abre la posibilidad de colaboraciones futuras entre teatro y artes plásticas, según apunta el propio David.
La inspiración para este nuevo proyecto proviene también, en parte, del concepto de Microteatro por dinero, una iniciativa que comenzó en Madrid en 2009 en un antiguo prostíbulo convertido en pequeños espacios teatrales. «Funcionó tanto que tenían que repetir las funciones varias veces en la misma noche», cuenta Seijo, que trasladar esta filosofía a su centro y hacer del teatro un punto de encuentro dinámico.
Sin embargo, la escuela de Seijo no está pensada exclusivamente para formar actores profesionales. «El 95% de la gente que viene a mis clases no lo hace porque quiera ser actor, sino porque la interpretación les ayuda a crecer», explica. En sus clases, muchas personas encuentran una vía de escape a sus problemas diarios. Desde personas con ansiedad o depresión hasta pacientes con cáncer o niños con autismo o TDAH, la interpretación se convierte en una herramienta de liberación y sanación. «Una alumna mayor me dijo una vez: ‘El único día que me pongo guapa es el día que vengo a clase, porque durante dos horas me olvido de la enfermedad’», comparte el actor emocionado.
El espacio también ofrecerá talleres y actividades basadas en la pedagogía teatral, con influencia de terapeutas y psicólogos, con quienes Seijo tuvo contacto en su formación. «Durante la pandemia me di cuenta de que los ejercicios teatrales pueden ayudar mucho a las personas a recuperar su identidad», afirma. Por ello, la escuela buscará fomentar no solo el arte de la interpretación, sino también el bienestar emocional de sus alumnos.
Otro aspecto fundamental del centro es que está abierto a todos los públicos. «Esto es importante. Quiero tener grupos de niños y niñas, quiero tener grupo de jóvenes y quiero tener grupo, de adultos», explica Seijo. Su intención es que cualquiera pueda vivir la experiencia de la interpretación sin importar su edad o formación previa. «No es una escuela hecha solo para crear intérpretes, es para que la gente venga y lo experimente», enfatiza.
La apertura del centro ha despertado interés incluso más allá del ámbito teatral. «Me escribió un director comercial y me dijo: ‘Mira, yo trabajo con muchas empresas y el tema de hablar en público me gustaría trabajarlo de una manera más personal, mejorar mi dicción y estar más suelto’. Por eso, la apertura del espacio es total», comenta Seijo.
El actor también ha adaptado su metodología para ofrecer entrenamiento personalizado a actores y profesionales de distintos sectores. «A la puerta tengo puesto coach, porque si alguien me pide ayuda para preparar pruebas o mejorar su expresión, estoy disponible», aclara. Su objetivo es que el centro sea un lugar de formación integral, no solo para futuros actores, sino para cualquier persona que quiera mejorar sus habilidades de comunicación y expresión.