La actriz Ana Fernández viste de Franco Quintáns para protestar contra Israel
AROUSA
La intérprete elige la moda gallega para solidarizarse con el pueblo palestino en el Festival de Alicante
22 may 2025 . Actualizado a las 10:31 h.Decía George Simmel: «La moda es una manifestación de la tensión entre el deseo de pertenecer al grupo y el deseo de diferenciarse». Y qué tensión. Franco Quintáns nació en Carril. Durante gran parte de su vida desafió los límites de la moda. Seguramente por eso ahora sea diseñador. Por aquello habrá jugado con los neones, con las faldas abultadas; los trajes cortos, las hombreras. Por lo mismo, la actriz Ana Fernández lució esta semana un corpiño confeccionado por el modisto arousano en el Festival de Cine de Alicante.
En sus inicios, el diseñador ingenió modelos atrevidos que lució con mucha personalidad por los pasillos del instituto. Un Batman gigante a la espalda y la negativa de sus colegas. Lo raro, lo extravagante; un superdotado de la tendencia. La moda es, en sí misma, un siniestro total entre el mercadillo del pueblo y las grandes producciones. Un choque frontal entre lo que uno desea y lo que la sociedad le permite.
Para Franco Quintáns nunca ha sido así. Sus inicios fueron esperanzadores. La libertad de expresión en su adolescencia y la curiosidad de explorar el mundo del diseño lo llevaron hasta Barcelona, donde pudo conseguir trabajo en una firma francesa después de veinte días buscando fortuna por la ciudad. Durante nueve años, se quedó.
Cuando volvió a Galicia, su camino se enfocó hacia la moda nupcial. «Yo quería recuperar las tradiciones artesanales, la mano de obra, los vestidos hechos a mano; la exclusividad» explica. «Quería darle el valor que merece, pero también hacerlo accesible para todo el mundo. Por 1.500 euros puedes tener un vestido de novia maravilloso».
Explorar los bordados al aire o el encaje de Camariñas fue un proceso casi orgánico para Franco Quintáns. Su madre, de profesión modista, le enseñó bien el oficio. «Para mí la moda, aparte de crear, era poder crear con mis propias manos», añade.
La moda como arma política
El diseño que la actriz Ana Fernández, conocida por sus papeles en largometrajes como Hable con ella, de Almodóvar, eligió para vestir en Alicante no fue una pieza cualquiera. El corpiño Palestina es una prenda muy significativa para Fernández, que se muestra muy activa en la lucha contra el genocidio del pueblo palestino, tal y como se puede observar en sus redes sociales.
«La prenda era inicialmente para Mónica García, también actriz. La sorpresa fue cuando Ana quiso ponérselo» cuenta Franco Quintáns. «Cuanta más gente lo lleve, mejor para todos». Que la moda sea política no es nada nuevo: «Siempre fue revolución», sostiene, sin olvidar que la moda también capitaliza los movimientos sociales: «Hay marcas que se lucran a través de campañas, que se suman a un movimiento social porque está de moda».
El corpiño Palestina tiene mucho que ver con todo esto. Y Franco es muy consciente de lo que significa. No es extraña su conclusión: «Ojalá no tenga que hacer más corpiños como el que lucieron Mónica y Ana. Que se termine ya la guerra, por Dios».