Las gallinas de 40 municipios gallegos deberán estar encerradas a partir del 10 de noviembre ante el riesgo de la gripe aviar
GANADERÍA
Agricultura eleva el riesgo por la propagación de la enfermedad y decreta nuevas medidas de seguridad para las zonas de especial vigilancia, en la que se incluyen 29 localidades de la comunidad
06 nov 2025 . Actualizado a las 16:43 h.España ha tenido que sacrificar en los últimos meses más de 2,7 millones de gallinas por culpa de la gripe aviar. La enfermedad se está dejando sentir con especial virulencia este año y el reporte de focos no deja de crecer, tanto entre las explotaciones avícolas como entre las aves silvestres. La situación no es mucho mejor en el resto de Europa, donde se han detectado 139 focos en aves de corral, 78 en silvestres y 33 en cautivas. Con estos datos en la mano, el Ministerio de Agricultura ha decidido elevar el nivel de riesgo de esa enfermedad, decretando el encierro de las gallinas ubicadas en las Zonas de Especial Vigilancia. En Galicia, la medida afecta a 29 municipios, que se suman a los once en los que las aves están ya incomunicadas desde el pasado 20 de enero.
«En las últimas semanas se ha producido un aumento en el número de casos detectados, tantos en aves silvestres como en las de corral, lo que indica una tendencia al empeoramiento de la situación con el consiguiente aumento de riesgo para España», explica el informe emitido por el Ministerio de Agricultura. La situación en nuestro país no es de las mejores. Hasta catorce explotaciones avícolas han tenido que sacrificar a todos sus aves tras haber dado positivo a la enfermedad. La mitad de ellas se ubicaban en la provincia de Valladolid, que está siendo la más castigada en esta ocasión.
En Galicia, hasta el momento, solo se ha detectado la enfermedad en aves silvestres. Y, en comparación con otros años, el número de positivos está siendo incluso inferior al de otras campañas. Según los datos del ministerio, se han confirmado nueve positivos en lo que va de año, de los más de setenta registrados en toda España. Aquí, al igual que en el resto del país, están encerradas las gallinas ubicadas en la considerada Zona de Especial Riesgo. Abarca los municipios de Cambados, O Grove, A Illa de Arousa, Meaño, Ribadumia, Sanxenxo e Vilanova de Arousa, la provincia de Pontevedra; Ordes, Tordoia y Cerceda, en A Coruña y Xove, en Lugo. Estos animales, que pertenecen a más de tres mil explotaciones diferentes, llevan sin estar al aire libre desde mediados del mes de enero.
Según el ministerio, también se ha detectado «un aumento de riesgo significativo evidenciado por un aumento en el número de municipios en nivel de riesgo alto o muy alto». Localidades que, además, «en muchos casos están incluidas en zonas de especial riesgo y en las de especial vigilancia», añade el informe. Es por eso que, a partir del 10 de noviembre, las mismas medidas que se están aplicando en las Zonas de Especial Riesgo se tomarán también en las consideradas Zonas de Especial Vigilancia.
En esencia esto significa que se tendrán que volver a encerrar a las gallinas de otros 29 municipios gallegos, que son los principales afectados por la elevación del riesgo. La lista de afectados incluye a las localidades de Cariño, Dumbría, Mazaricos, Ortigueira, Porto do Son, Rianxo, Ribeira, Zas y Vimianzo, en A Coruña; Ribadeo y Trabada, en Lugo; Porqueira, Rairiz de Veiga, Sandiás, Vilar de Santos y Xinzo de Limia, en Ourense y A Guarda, Moaña, Pontevedra, Poio, Redondela, O Rosal, Soutomaior, Tomiño, Tui, Vilaboa, Vilagarcía de Arousa, Marín y Meis, en Pontevedra. Según los datos de la Consellería do Medio Rural, en esas localidades hay otras 21.2305 explotaciones, la mayoría familiares y de autoconsumo, que tendrán que poner a buen recaudo a sus animales.
La orden del ministerio especifica que en todas las localidades de Especial Vigilancia queda prohibida la cría de aves de corral al aire libre, aunque se podrá autorizar esta medida siempre y cuando se coloquen telas pajareras o cualquier otro dispositivo que impida la entrada de aves silvestres y siempre que los animales se alimenten y abreven en el interior de las instalaciones o en un refugio que impida la llegada de las aves silvestres. A mayores, tampoco se podrán criar patos y gansos con otras especies de aves de corral ni dar a estas últimas agua procedente de depósitos a los que puedan acceder las aves silvestres.
Otra medida que tendrán que aplicar todas las localidades afectadas es que queda prohibida la presencia de aves de corral o cautivas en centros de concentración de animales, como certámenes ganaderos, muestras, exhibiciones o celebraciones culturales. En el resto de municipios que quedan al margen de todas estas medidas, el ministerio aconseja a las autoridades que conciencien a la población para que incremente también las medidas de seguridad. Estas deberán ir encaminadas a evitar el contacto entre las aves de corral y las silvestres, pues son estas últimas las que están extendiendo la enfermedad por toda Europa.
