«Pasé de recomendar viajes a mis amigos a vivir de recorrer el mundo», apunta este pontevedrés, que solo habla de aquellos destinos en los que ha estado. Eso sí, no tiene vacaciones
Mucha y Maribel, de 78 años, entraron a trabajar en la fábrica de loza de Pontesa, en Pontevedra, cuando eran menores. Recuerdan lo que fue cobrar un sueldo, pero sobre todo la unión con las compañeras