Gafas de sol a medianoche y pleno al 15 para Dei V, Brytiago y Yan Block en Cambados
AROUSA
El público más joven abarrotó Fefiñáns e hizo colas durante horas en una tórrida jornada del Albariño
03 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Hace cuarenta años, cuando uno hablaba de música urbana salían a relucir unas buenas guedellas, pantalones prietos, barrios colmatados de hormigón, aire de humo y litronas, y gente como Leño, Barricada o Los Suaves sonando en algún caseto. Recordar aquello hoy no es más que un ejercicio de arqueología, a la vista de que el concepto de lo urbano denota algo muy diferente. Lupas de sol a medianoche, cadenotes y anillos, cortes de pelo degradados, escotazos, gasas vaporosas, sudaderas, pantalones de raya y frenazo, y unas voces, un sonido y unas bases programadas más deudoras de un Spectrum de 16 k que de las seis cuerdas de una guitarra. Sin ser injustos, porque de todo hay en la viña del señor, la mayoría de las letras están en las antípodas de las que los grupos emergidos del asfalto cantaban en los 80. El caso es que el fenómeno cautiva a la chavalada desde su más tierna infancia. Solo había que acercarse a la plaza de Fefiñáns el viernes, la verdad es que a cualquier hora, para comprobar que el cartel conformado por Dei V, Brytiago y Yan Block como uno de los puntales de los conciertos del Albariño en Cambados causaba estragos entre los más jóvenes.
De buena mañana había ya chicas y chicos haciendo cola para acceder al recinto habilitado en la plaza de Fefiñáns. Ni un calor de justicia arredraba a los inquietos fans. Horas después se comprobaba perfectamente que la inmensa mayoría del público estaba compuesta por adolescentes de doce a dieciséis años. «Como el patio de un instituto sin profesores», comentaba una atribulada madre que había acudido a las puertas del concierto para acompañar a sus hijos. Un par de chavales fueron expulsados por haberse colado antes de que la cosa comenzase, bastante puntual, con la consabida media hora de cortesía con respecto al horario oficial. Dicen, quienes saben de esto, que Yan Block estuvo un tanto frío, tal vez por tener que romper el hielo. Con Brytiago, que cantó sus temas más conocidos, la noche comenzó a ganar temperatura para explotar definitivamente con Dei V, que se metió al personal en el bolsillo con su repertorio y su parafernalia.
A eso de las doce y media de la noche, una avalancha de rapaces y rapazas bien ataviados al mejor urban style abandonaron la plaza para desparramarse por un casco histórico que estaba ya repleto. Pocas veces se ha visto un viernes del Albariño con tal nivel de participación. Llegar a la verbena era tarea imposible.
Invitado a cantar dos temas. Al decir de sus acérrimos seguidores, Dei V representó el culmen del concierto de Fefiñáns. El puertorriqueño tuvo el detalle de subir al escenario a un chaval, Elías, que portaba un cartel luminoso en el que pedía al cantante que lo subiese al escenario. Lo hizo para que cantase con él dos canciones: «Esclava» y «Tú me enamoras». Las colas para acceder a Fefiñáns duraron horas. Foto: Jesús Botana.