Se buscan 200 voluntarios para reunir 22.000 kilos de comida en O Salnés y el Ulla: «Ao banco de alimentos podemos acabar recurrindo calquera de nós»

La Voz VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

Los días 7 y 8 de noviembre se celebrará la Gran Recogida, una campaña que precisa movilizar en toda la provincia a más de 2.500 personas

15 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

 «La gran recogida». José Ramón Santamaría, el presidente de la Fundación Provincial Banco de Alimentos, pronuncia con énfasis el nombre de la campaña que se desarrollará los días 7 y 8 de noviembre en 151 supermercados de la provincia y que tiene como objetivo llenar las estanterías de una entidad que el año pasado hizo llegar ayuda a 20.000 personas de toda Pontevedra a través de 154 entidades benéficas que operan en este territorio. La gran recogida tiene nombre de aventura y, en realidad, algo de eso tiene: pondrá en marcha una gran ola de solidaridad con la que se pretenden recoger más de 325.000 kilos de alimentos —esa fue la cantidad obtenida el año pasado—. Pero para que esa marea azul pueda llegar a todos lados y alcanzar las metas fijadas, va a ser necesario contar con mucha ayuda. «La madre de todas las campañas», tal y como la definió Santamaría, demanda el trabajo de 2.577 personas de buena voluntad, dispuestas a ofrecer cuatro horas de su vida a una buena causa. En la zona de O Salnés y Caldas, serán precisos 200 voluntarios para repartirse en los 25 supermercados que colaborarán en la iniciativa.

¿Y qué se necesita para formar parte de ese equipo? Desde la fundación señalan que la cualidad fundamental que se precisa es la de ser «una persona empática con ganas de ayudarnos a ayudar a quien lo necesita. Y que disponga de cuatro horas en esos dos días de campaña». Quienes quieran aportar su granito de arena no tienen más que apuntarse en la página web de la fundación o, en el caso de la zona sur de la ría de Arousa, contactar vía Whatsapp con el teléfono 645 831 939.

Para reunir semejante cantidad de voluntades,se están ya agitando conciencias. Y para ello cuenta con la colaboración de numerosos centros de enseñanza, a los que se está dirigiendo para tratar de transmitir a la rapazada una parte de la realidad de la que, en demasiadas ocasiones, no son conscientes. En la zona sur de la ría son muchos los colegios e institutos que participan activamente en esta iniciativa. Uno de esos centros es el Castro Alobre, donde opera un grupo de voluntariado que ha ido un paso más allá de colaborar en la recogida: han elaborado seis vídeos en los que explican en qué consiste la campaña y las razones por las que participar en su desarrollo merece la pena. Que se lo pregunten a entidades como la Brilat, al alumnado de la Escuela Naval o a los Agentes Veteranos de la Guardia Civil, que desde hace años participan en la gran campaña ofreciendo todo tipo de apoyo logístico a la fundación.

Durante la presentación de la gran recogida que tuvo lugar este martes en Vilagarcía de Arousa, la Fundación Provincial Banco de Alimentos quiso contar con un grupo de estudiantes del Castro Alobre. Y es que este colectivo sabe que es necesario ir haciendo cantera e incorporando a gente joven a un grupo cuya edad media es bastante alta. Unos y otros son, también, personas con determinación y esperanza en lograr mejorar la vida de 20.000 personas en la provincia y 2.000 en las comarcas de O Salnés y Caldas que necesitan ayuda para poder garantizarse una comida digna.

La cifra impone. Genera cierto vértigo. Y más si se tiene en cuenta que el número, en lugar de encogerse, parece estar creciendo. «Dende a pandemia pasamos por un momento de certa estabilidade, pero agora mesmo hai cada vez máis xente que acode con máis frecuencia ás asociacións a través das que encauzamos a axuda», explican desde el banco. Son, cada vez más, personas con trabajo: «Matrimonios novos, con fillos, moitos inmigrantes que, aínda que teñen traballo, non chegan, non lles dá».

Es un escenario devastador del que una parte de la sociedad no es consciente, o no quiere serlo. En el caso de la rapazada, su ignorancia responde a que, en demasiadas ocasiones, se les hurta la posibilidad de mirar a la cara más fea del mundo. «Moitas veces non son conscientes do que está a pasar, e é importante que o saiban. Que mañá podemos ser calquera de nós os que teñamos que pedir axuda», explicaba la profesora Marisa Moreda.