El municipio participa en el proyecto Clean Energy junto con otras 25 islas
05 jun 2021 . Actualizado a las 09:54 h.Solo 26 islas fueron elegidas para participar en el programa Clean Energy for EU Islands, nacido para promover la transición hacia las energías limpias, y A Illa de Arousa está en este club, junto con otras islas españolas mucho más grandes en tamaño y población como Mallorca, Menorca, Palma e Ibiza. Los arousanos llevan años demostrando que, en cuestiones medioambientales, el tamaño no importa, al contrario, puede ser una ventaja, y siguen en la vanguardia desde dos frentes: el plan europeo para la transición energética y el plan de movilidad sostenible Move a Illa, que empezará su andadura este verano. «Intentamos crear unha zona para vivir, primando ás persoas por riba das máquinas, e para deixar unha Illa mellor para as próximas xeracións. Imos darlle a volta a todo», explica el alcalde, Carlos Iglesias. Una vuelta que se dará por tierra, mar y aire.
La pandemia lo ha retrasado todo, pero eso no quiere decir que no se haya trabajado en los últimos meses, aunque fuera recurriendo a las reuniones virtuales. En todo caso, será este mes cuando empiecen a visibilizarse las acciones incluidas en su agenda 2030.
En los próximos días se instalarán paneles fotovoltaicos en la guardería y la previsión es hacerlo en los demás edificios públicos. Uno de los pilares del proyecto pasa por implicar a la población mediante la creación de una comunidad energética para implantar las energías limpias en las casas, las empresas y hasta en los barcos. La cooperativa gallega Nosa Enerxía, que colabora con el Concello de A Illa, está trabajando en un proyecto para construir un barco bateeiro eléctrico. Entre tanto, el Novo Esmeralda actúa como banco de pruebas para implantar motores eléctricos donde ahora funcionan motores de gasoil. El sector bateeiro es perfecto para testar este sistema porque la flota tiene una dinámica de trabajo muy estable y vuelve a diario al mismo puerto, lo que facilita las tareas de recarga. El motor eléctrico ocupa menos espacio que el de gasoil, tiene menos coste de mantenimiento y supone un notable ahorro en combustible. Lo más gravoso son las baterías porque su precio es elevado y tienen que tener capacidad suficiente para garantizar la autonomía del barco en la navegación.
La geotérmica es otra de las energías con las que trabaja ya el Concello desde que la implantó en la antigua Escola de Pau, y con óptimos resultados, según explica la concejala de Medio Ambiente, Gabrielle Freiin Von Hundelshausen. El aire es otro recurso a explotar. El viento suele soplar con fuerza en la cara norte de la isla y esto ofrece numerosas posibilidades, si bien todavía no está claro dónde, cuándo y cómo se instalarán los aerogeneradores.
Hasta el 2030 hay tiempo para definir las acciones a emprender en esta maratón hacia la transición energética que se desarrollará al amparo del Clean Energy for EU Islands a la par del Move a Illa. El gobierno isleño tiene grandes esperanzas con el plan de movilidad, un proyecto que cuenta con el plácet del Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético (IDAE) y está cofinanciado al 80 % con fondos Feder dentro del Programa Operativo Plurirregional de España 2014-2020.
Este verano toca caminar y coger la bici
Las máquinas han empezado ya a remover la tierra en el aparcamiento de O Bao -situado al lado del puente- para explanar el terreno y crear un párking con capacidad para 875 vehículos, de modo que los playeros puedan aparcar de forma ordenada y sin levantar una polvareda. Allí se instalará también una de las estaciones del servicio de alquiler de bicicletas del municipio, que se sumará a la de O Regueiro y a una tercera que rotará entre el parque de O Carreirón (en verano) y la plaza del Concello (el resto del año). Habrá bicis convencionales y eléctricas y se implantará un sistema de pago a través de una aplicación móvil. Para los vecinos de A Illa, el servicio será gratuito; para el resto, la tarifa está por definir, «pero será económica», según informan desde el Concello.
Estas serán las primeras medidas del plan Move a Illa, de otras que vendrán después. En su hoja de ruta figura el metrominuto, un servicio con el que se quiere fomentar los desplazamientos a pie mediante la instalación de códigos QR que se colocarán en treinta puntos del municipio y permitirán calcular las distancias; la creación de los Camiños escolares, para los cuales ya hay mascota; la ampliación de la zona 30 y la señalización para bicicletas en más carreteras de su mapa vial.
Pioneros en el compostaje y medir la calidad del aire
Cuando ni la Xunta ni las diputaciones hablaban del compostaje, en A Illa llevaban años manos a la obra. Realmente no se trataba de nada nuevo, dado que en los entornos rurales siempre se utilizaron los restos orgánicos para abonar la tierra, pero este Concello fue de los primeros a la hora de llevar los composteros a las casas. Actualmente los hay en más de 400 viviendas, a los que hay que sumar los 18 composteros que se instalaron el año pasado en los negocios de hostelería y los comunitarios instalados, el primero en O Naval, y desde el mes pasado, en As Laxes. O Aguiuncho y O Cabodeiro también tendrán el suyo propio y el compost que se produzca en ellos lo podrán emplear los isleños para sus jardines y macetas, tal y como llevan haciéndolo desde hace años con el reparto de la A hora do toxo.
En A Illa tampoco descuidan el reciclaje del papel, vidrio o aceites de cocina usados. En 2020 recuperaron 9.000 kilos de aceite, lo que representa un 30 % más respecto al 2019. Los voluminosos, equipos electrónicos y demás residuos que requieren tratamiento por un gestor autorizado se procesan a través del punto limpio, al igual que los restos de poda, que se reutilizan como estructurante. Se han vuelto a colocar medidores para controlar la calidad del aire en la plaza del Concello, As Laxes, Testos y O Charco; las luces LED hace tiempo que alumbran en las farolas, y cuando no es el Ayuntamiento, son la comunidad educativa y la comunidad de montes las que toman la iniciativa a la hora de trabajar por una Illa más sostenible plantando árboles.