Noche y fiesta: prueba de fuego este fin de semana en Catoira y Cambados

r. estévez / b. costa VILAGARCÍA / LA VOZ

CAMBADOS

CEDIDA

La Guardia Civil y la policía refuerzan sus dispositivos para vigilar posibles desmanes y los locales de copas también toman medidas ante el escenario covid-19

01 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Este es el año de las no fiestas. La extraordinaria situación sanitaria en la que nos encontramos ha provocado que las celebraciones que llenan el mercado de la comarca se hayan tenido que transformar en una sombra de sí mismas. En una versión tan recortada que las hace irreconocibles. Este fin de semana se estrena el mes de agosto y la comarca debería estar girando alrededor de dos polos festivos: el Albariño de Cambados y la Romaría Vikinga de Catoira. Oficialmente no va a ser así: en ambas localidades habrá actos para recordarnos en qué fecha estamos, pero serán citas de pequeño formato y sometidas a todas las exigencias sanitarias. Aun así, la experiencia dice que alrededor de esas fiestas se tejen auténticas noches de excesos. Y por esa razón, Cambados se blinda, Catoira cruza los dedos y en Vilagarcía, miran atentamente a fin de extraer conclusiones de cara a la noche del 15 al 16 de agosto.

El pasado miércoles debería haber sido el primer día del Albariño. Ya se vieron por el centro del pueblo a muchos grupos de jóvenes que otros años estarían ocupando el parque de las palmeras, rodeados de botellas y vasos de plástico. Ahora está prohibido y, a día de ayer, no constaban denuncias por este motivo. A falta de botellón hay que recurrir a los bares y pubs para montarse la fiesta, aunque tampoco está siendo tan fácil como en años anteriores. De los ocho locales que tienen licencia de pub, solo están operativos cinco. Dos ni siquiera han abierto sus puertas este Albariño sui géneris y otro se ha reconvertido para sortear las limitaciones a que están sujetos los negocios del ocio nocturno. El Concello les exigió la presentación de un plan de contingencias, un requisito que solo cumplimentaron cinco, según informan fuentes municipales.

Los hábitos de vivir la noche también han cambiado, porque en algún pub donde antes se entraba gratis, ahora solo se puede acceder previo pago de una entrada de 20 euros, que da derecho a cuatro consumiciones. Los locales buscan fórmulas para facilitar el control de acceso y seguridad en su interior y, por su parte, la Guardia Civil y la policía local mantienen dispositivos de vigilancia nocturnos para evitar que se produzcan desmanes. Desde el miércoles están dejándose ver por Cambados y hoy reforzarán su presencia con más patrullas.

En Catoira, el Concello también ha solicitado a la Guardia Civil que refuerce su presencia durante este fin de semana. No es la única medida que se ha adoptado: varios hostelero han decidido modificar los horarios de sus establecimientos durante el fin de semana, a fin de desincentivar a los grupos que a través de las redes sociales estaban preparando incursiones festivas en la noche catoirense. El Galeón Vikingo o el Rúa son algunos de los que han optado por sacrificar negocio en aras de evitar problemas tanto de seguridad como sanitarios. Una decisión que desde el gobierno local de la villa aseguran entender, dado el contexto en el que nos encontramos.