Meis vacía sus corrales, pero aún quedarán gallos para Nochevieja

Bea Costa
bea costa MEIS / LA VOZ

MEIS

Mónica Irago

Diez criadoras ponen este viernes a la venta un centenar de ejemplares

22 dic 2023 . Actualizado a las 12:37 h.

Los corrales de Meis se quedaron medio vacíos. El 21 de diciembre, víspera de la Feira do Galo de Curral, es día de matanza porque a la misma hora que este viernes empiecen a cantar los niños de San Ildefonso deberán estar los gallos expuestos en los mesados del mercado de Mosteiro, desplumados, limpios y listos para embalar.

Calculan las criadoras que se pondrán a la venta un centenar de ejemplares, aunque algunos ya tienen dueño porque han sido reservados con antelación. Otros han sido recogidos en los últimas días en las casas de las propias criadoras y al resto todavía les queda una semana por delante para seguir engordando con maíz y verdura hasta que le llegue la hora.

Lola Dios sacrificó este viernes una docena de gallos y todavía le quedan otros diez para la víspera de Nochevieja. Están siendo días de faena para las diez criadoras que participan en la Feira do Galo de Curral de Meis. Lola, Maricarmen, Encarnita, Selva, Lolita, Ana, Josefa, Merche, Rocío y Mari empezaron hace nueve meses a cuidar a unos pollos que en Navidad alcanzan entre 3,5 y 5 kilogramos. Estos animales se crían como antaño, al aire libre, con espacio para moverse y con alimentación natural, lo que les confiere unas características gastronómicas que distan mucho de las de la carne de ave de granja.

El gallo de Meis tiene fama por sí mismo, pero, sin duda, la feria a la que da nombre desde hace doce años ha contribuido a agrandarla. Hay buenas expectativas para la edición de este año. Sin riesgo de lluvia en el horizonte y con el reclamo de un showcooking al mediodía en la plaza de España, las criadoras esperan, como en años anteriores, agotar el género e irse de vacío para casa.

El gallo se venderá a 12 euros el kilo, uno más que el año pasado, porque su crianza no es ajena a la subida de precios en los alimentos y los combustibles, y se despachará en unas cajas preparadas especialmente para la ocasión. Un centenar de gallos dejaron de cantar en Meis para que llenar de buen gusto las mesas en estas fechas.