José Corbacho: «Es fundamental reírse de uno mismo para poder reírse del mundo»

leticia castro O GROVE / LA VOZ

O GROVE

CEDIDA

El cómico llega el viernes a O Grove con su show «Ante todo mucha calma»

16 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El cómico José Corbacho hace parada este viernes en O Grove para sorprender al público con su espectáculo Ante todo, mucha calma, un monólogo que estará, como suele ser habitual en él, plagado de carcajadas. Será en el auditorio municipal. Las entradas se pueden comprar a través de la plataforma wouticket. 

—Será la primera vez que visite O Grove, qué curioso.

—Pues sí, he actuado por diferentes puntos de Galicia desde mis tiempos en la compañía de teatro La Cubana. Hacíamos muchos espectáculos por ahí, pero en O Grove no ha coincidido, y eso que he tenido a compañeras por ahí que me han dicho de ir. Así que me hace ilusión, espero no defraudar.

—El nombre de su espectáculo es «Ante todo, mucha calma». Y digo yo, ¿mucha calma para qué?

—Pues mira, mucha calma en general, porque hasta los médicos dicen que el estrés no es bueno para nada, es insano. Pero bueno, es un espectáculo irónico ya en el título, porque yo tampoco hago un monólogo calmado. Al contrario, me gusta que haya ritmo, risas, que la gente disfrute los 80 minutos que dura el show, que se esté riendo constantemente y que no haya ningún momento en que deje de pasárselo bien. El nombre también hace homenaje a una banda y a una forma de hacer que forma parte de mi vida, que es Siniestro Total, que sacaron un maravilloso disco que se llamaba precisamente así. Me gusta mucho cómo empleaban el humor en el mundo de la música y cómo rompían prejuicios. Creo que la comedia y el humor siempre son necesarios. El monólogo habla también de estos tiempos en los que vivimos, que todo va tan rápido, que cada día es más estresante que el anterior. Fíjate que la mejor película del año ya sale en enero, cada día es histórico, las temperaturas son más altas que nunca, los precios están más altos que siempre. Estos son los clásicos habituales con los que nos despertamos cada día, y entonces llega un momento que dices ‘Bueno, ante todo mucha calma’.

—¿Y es un show en el que participa el público?

—Básicamente es un monólogo que explica cosas. Lo que sí me gusta es que haya peculiaridades dependiendo de la zona en la que actúo. Me gusta jugar con eso, con lo que me pasa cuando voy al teatro, con el viaje, la entrada, porque siempre hay anécdotas y me gusta incorporarlas. Hay una estructura en la que yo voy surfeando, intentando conseguir las risas, porque es la única pretensión, conseguir que la gente pase un buen rato y salga del teatro, en este caso auditorio, mejor de lo que ha entrado. Dejo que la gente disfrute del show en su silla y de vez en cuando, según se tercie, soy yo el que baja a preguntar, pero nunca a nadie que no quiera. Ahora está muy de moda hacer espectáculos en los que el público recibe bastante estopa, pero a mí me gusta que la gente vaya a disfrutar y a pasárselo bien.

—La filosofía del espectáculo es reírse de uno mismo, ¿no?

—Es lo que hago, en realidad yo en este monólogo me río de mí, de todo lo que me rodea, de mi familia, de mi gente en general, pero también me río con la gente que viene a verme, porque si solo me riera yo esto no tendría mucha gracia. Es fundamental reírse de uno mismo para poder tener la licencia de reírte del mundo y de la vida en general.