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Los últimos 33 años de la historia de la Torre de Escuredo, desde dentro

leticia castro O GROVE / LA VOZ

O GROVE

Leticia Castro

La familia enseñó ayer cómo el edificio colindante deshizo su propiedad

20 mar 2023 . Actualizado a las 20:39 h.

La familia propietaria de la Torre de Escuredo quiso contar ayer a los grovenses la historia y las injusticias a las que fue sometida su emblemática propiedad en los últimos treinta años. Lo hicieron a través de una exposición en la Galería Besada, ante la atenta mirada de docenas de personas ávidas por conocer su versión y por entender el porqué del lamentable estado que presenta la casa, que durante varias décadas estuvo catalogada como Bien de Interés Cultural. Lo cierto, es que es difícil entender, a juzgar por los primeros paneles que guían la muestra, cómo se dejó construir el gigantesco edificio que se ubica en la interacción entre las calles Luis Antonio Mestre y Alexandre Bóveda. Los hechos se remontan al año 1989. La Torre de Lores, ubicada al lado de la Torre Escuredo, había sido vendida y adquirida por Promociones La Torre S.L para edificar sobre el solar. La constructora había solicitado una licencia que el Concello de O Grove otorgaba en julio de ese mismo año para edificar un bajo y dos plantas, pero finalmente se construyeron seis, sin que eso tuviese demasiadas consecuencias. En aquel momento gobernaba el Partido Popular con Lina Bernárdez como alcaldesa. Se ordenó paralizar las obras, y llegó incluso a precintarse el solar, pero la construcción siguió su curso. Lo cierto es que la demolición de la Torre de Lores para levantar el nuevo inmueble ocasionó graves problemas en la estructura de la propiedad de los Escuredo, que intentaron por todos los medios ponerle freno mediante numerosos escritos al Concello y denuncias ante la Guardia Civil. Apuntaban como infracciones urbanísticas el derribo de la edificación sin licencia de derribo, una edificación que no se ajustaba a licencia, y una construcción que no se ajustaba al proyecto. 

La casa no era habitable en esas condiciones y tuvieron que desalojar el inmueble «con el silencio cómplice de muchos», dicen. Se sintieron desprotegidos, y como el BIC no permitía tocar la casa, en el año 91 se plantaron ante Patrimonio solicitando la retirada de la protección, alegando que aquello no tenía catalogación de torre defensiva ni ningún otro elemento que sustentase tal protección, «además era un argumento para desvalorizar la propiedad», dicen.

Negociaciones

A partir de ahí fueron varios los intentos de la Administración local para adquirir el inmueble, el primero de ellos en el año 2007, cuando gobernaba el cuatripartito, con la creación de un convenio, realizado por Carlos Álvarez Besada, que parecía contentar a todos. Luego en 2016, tras haber puesto la casa a la venta, y la última en 2019, con una permuta que consideran «insultante». Denuncian además un bloqueo administrativo por parte del Concello en 2021 tras solicitar un documento que debían presentar ante el Xurado de Expropiación de Galicia. No quieren que la ciudadanía piense que no han luchado por la casa, solo que lo único que se han encontrado son trabas.