Cuando la conserva empleaba a más de 4.000 personas en O Grove

leticia castro O GROVE / LA VOZ

O GROVE

Martina Miser

Hablan las vetaranas: «Ao principio non había sindicatos, había que pelealo»

07 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Las conserveras fueron durante décadas el motor económico de O Grove. Parece lejano, pero lo cierto es que en la década de los ochenta, noventa y dos mil llegaron a emplear a más de cuatro mil personas en la localidad. Yáñez y Areán o Escuredo en Meloxo y Thenaisie, en Rons fueron las familias que sentaron las bases de la industria. Hubo otras factorías como O Marino o Gondar, con actividad en los sesenta, pero la modernización llegó en 1975 con Conservas Garavilla. Y tras ella, en 1978 Alfageme comenzó a operar en Porto Meloxo. Convivieron ambas con Thenaisie-Provote, que comercializaba sus productos bajo la marca Grands Hotels.

Fueron años de riqueza en el municipio, una época donde el trabajo se vivía con ilusión entre la plantilla según recuerdan extrabajadoras ya jubiladas de estas tres importantes factorías: «Eran outros tempos, había moito compañerismo, eso si botábamos moitas horas, había que facer de todo, pero recordo que era un tempo máis amable», recuerda Encarna Fraga, que comenzó su vida laboral en Alfageme con dieciséis años. Allí manipulaban navaja, almeja, mejillón, y más tarde, cefalópodos.

Ella vivió la deriva de la empresa, que cerró la nave meca en el año 2010, y asegura que «o peor que lle pode pasar á conserva é que se meta xente a comprar as fábricas que non pertence ao sector, aí é cando ven a especulación», comenta en relación a los fondos que se han hecho con muchas factorías. «Por non falar dos cartos das subvencións, que logo non se devolven», añade.

Una opinión que es mayoritaria entre este grupo de mujeres cuya experiencia fue similar en el sector conservero, que hoy se encuentra en un momento de gran inestabilidad, algo que tras toda una vida les produce tristeza.

Los 45 años de Rosa Domínguez en Thenaisie-Provote sirvieron también para registrar muchas vivencias y luchas «algunhas melloras que reclamamos as mulleres acabaron favorecendo aos homes, como o manexo da carretilla, outras loitas foron para frenar a contaminación. Ao principio non había sindicatos, había que pelealo, hoxe a xente é máis individualista».

En Rons, donde se trabajó todo tipo de productos, incluso el salmón, vivieron varias crisis, sin embargo, la planta aguantó los cambios hasta que en 2020 entró en concurso de acreedores, y ahora forma parte del grupo de Ignacio González Montes.

La base industrial de O Grove se tambalea desde hace unos años, las plantillas y la producción han adelgazado. Alfageme cerró sus puertas en el 2010, y Conservas Garavilla fue absorbida por la multinacional Bolton Food en el 2015, y aunque sigue en funcionamiento, en este momento dispone de unos 400 trabajadores cuando en su mejor momento llegó a tener setecientos. Una de ellas era Francisca Lois, quien apunta a que allí se trabajó de todo, hasta paté y ensaladilla: «Era unha empresa familiar, moi forte, a conserva no Grove era un pilar moi grande, e era necesario contratar xente de fóra». Confiesan que la modernización de la maquinaria nunca restó puestos de trabajo, al contrario «en Thenaisie no momento de máis produción traballabamos a tres turnos», dice Rosa, que compartió vida en aquellas paredes con Lolita Fraga. Esa industria que un día alimentó a los mecos va camino del declive.