El precio del centollo sigue por las nubes

Rosa Estévez
Rosa Estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

ADRIÁN BAÚLDE

Las capturas se han reducido un 50 % con respecto al 2023 lo que explica unas cotizaciones muy superiores a las habituales en estas fechas

28 ene 2024 . Actualizado a las 20:18 h.

Durante la pasada Navidad, el centollo se convirtió —más que nunca— en un producto de lujo. El rey del marisco lleva desde el inicio de la campaña mostrándose especialmente esquivo, así que las capturas durante la época festiva fueron bajas. Tanto, que el centollo llegó a cotizarse en las lonjas arousanas de O Grove y Cambados a precios que rozaban los cincuenta euros, pulverizando sus propias marcas. Ahora han pasado las fiestas y, como ocurre todos los años, después de Reyes el mercado ha cambiado. Pero no tanto como en otras ocasiones: el pasado jueves, el crustáceo alcanzó en O Grove los 27,40 euros el kilo, mientras que en Cambados se quedó muy cerca, a 27,10.

La explicación es sencilla: es muy poco el marisco que está llegando a tierra. En lo que llevamos de mes, en estos dos puertos arousanos se han subastado apenas 4.200 kilos de este producto. El año pasado, en ese mismo período, hablábamos de 10.695 kilos, más del doble. Obviamente, eso explica que el precio medio que se paga por él este año esté instalado en los 19 euros, mientras que hace doce meses en la lonja el crustáceo se cotizaba entre 12 y 13 euros.

«O mal tempo non axuda nada este ano», explican desde la cofradía de O Grove, un puerto que se ha ganado justa fama por el centollo que a él llega. A ello hay que sumar que, después de Reyes, y habida cuenta de la escasez de producto, la migración de barcos hacia otras especies ha sido mayor que de costumbre. De hecho, en estos momentos es muy reducida la flota de O Grove que sigue centrada en la captura del centollo. Todo ello suma y agudiza la escasez de este codiciado marisco en las lonjas y, lo que es lo mismo, en el mercado. En O Grove, la hostelería sigue siendo la que acapara buena parte de los ejemplares que llegan hasta la lonja de O Corgo.