Roban de madrugada en el bar Giso, en O Grove, y se dejan atrás una chaqueta de aguas y una piqueta

La Voz O GROVE / LA VOZ

O GROVE

Martina Miser

El propietario del local calcula que los ladrones se hicieron con unos 160 euros antes de verse sorprendidos por la alarma

18 abr 2025 . Actualizado a las 19:27 h.

«No Grove a cousa está poñéndose fatal. Hai roubos día si, día tamén. A pregunta é a quen lle vai tocar mañá, ou esta noite». Emilio Sartages, el responsable del Bar Giso, conoció este Viernes Santo, entre las cuatro y media y las cinco de la mañana, qué se siente cuando personas ajenas a tu negocio violentan la entrada para llevarse lo que encuentran a su paso. El estrepitoso sonido de una alarma antigua logró poner en fuga a los autores del robo, que apenas tuvieron tiempo de hacerse con unas monedas de la caja registradora, unos billetes de lotería para devolución y el bote de las propinas. En total, calcula Emilio, unos 160 o 170 euros, más los daños ocasionados en la verja trasera, que manipularon para lograr abrirse paso hacia el interior del local. Sospecha Emilio que los asaltantes tenían la intención de desvalijar también la máquina de apuestas y la de tabaco, pero que no les dio tiempo. De hecho, la alarma debió pillarlos tan de sorpresa que en su huída se dejaron atrás una piqueta y una chaqueta de aguas.

Tras semejante olvido, no debería resultar difícil dar con los autores del robo. Pero el propietario del Giso no parece confiar, en absoluto, en que lo ocurrido en su establecimiento permita atrapar a los cacos, de los que habla en plural. Está convencido de que son las mismas personas que han protagonizado otros episodios semejantes en otros locales de O Grove. «A situación neste pobo esta índosenos das mans. Non pode ser que cada día estean roubando nun sitio e que non se poida facer nada», comenta el hostelero. «Eu non quero que metan a ninguén preso. Pero que anden a roubarlle aos  humildes tampocuo me gusta. E aquí estamos a ver a quen lle toca cada noite. E os ladróns, pola rúa, que parece que se rin de ti», concluye.