El triple crimen de Valga deja dos huérfanos, de 4 y 7 años, que presenciaron lo ocurrido

Serxio González Souto
s. gonzález VALGA / LA VOZ

VALGA

Adrián Baúlde

Un hombre abrió fuego primero contra su exmujer y luego mató a su excuñada y su exsuegra

02 oct 2019 . Actualizado a las 16:41 h.

Tres mujeres muertas, dos niños huérfanos, varias familias rotas y océanos de desolada indignación. Este es el trágico legado que José Luis Abet Lafuente, un carpintero de 41 años, dejó ayer al apretar el gatillo para asesinar a tiros a Sandra Boquete Jamardo, su segunda exmujer, de 39 años; a la hermana de esta, Alba, de 27 años; y a la madre de ambas, María Elena Jamardo, de 58 años. La pareja, que se había divorciado en enero del 2018, compartió una vivienda en la aldea de Carracido, ubicada en la parroquia de Cordeiro (Valga), hasta su ruptura, momento en el que el individuo se fue a vivir con su madre al municipio coruñés de Ames. Fue allí, en Carracido, a las puertas de la casa familiar, donde Abet perpetró el triple crimen ante los ojos de sus dos hijos, unos pequeños de 4 y 7 años que esperaban para ir al colegio y acabaron presenciando una inconcebible pesadilla.

El autor confeso del triple asesinato de Valga ha llegado un cuarto de hora antes de las once de este martes al juzgado número 2 de primera instancia de Caldas de Reis, escoltado por seis agentes de la Guardia Civil. 

Ha llegado vestido con una camisa de cuadros y pantalón vaquero y con la cabeza descubierta pero agachada. Varios vecinos lo han recibido con gritos de «asesino» e insultos.

El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, explicó desde el escenario del asesinato que tanto los servicios autonómicos como varios parientes de los niños se han ofrecido a acogerlos. El veterano alcalde de Valga, José María Bello Maneiro, consternado, avanzó un paso más para anunciar que los pequeños vivirán con sus familiares a la espera de lo que decida la jueza de Caldas que dirige las pesquisas. Rueda, por cierto, quiso ser claro a la hora de calificar lo ocurrido: «Cada muerte es en sí misma una tragedia que debería hacer que nos rebelásemos: estamos ante un enorme problema que continúa sin resolverse». Pocas dudas caben. El caso se investiga como la enésima consecuencia de la violencia machista.

Los datos que maneja la Guardia Civil indican que Abet acudió temprano a Valga para esperar en el interior de un vehículo a que su exmujer saliese con los chavales camino del colegio. El delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, apunta que Sandra debió de percatarse de su presencia y tuvo tiempo de avisar a su madre y a su hermana, temiendo que su exmarido la agrediese. Este factor, y su costumbre de colaborar en el cuidado de los pequeños, explican que ambas estuviesen en la vivienda. Eran las ocho de la mañana cuando ella decidió subir al coche para llevar a los chavales a la escuela. El individuo la interceptó y disparó con un arma corta, dejando su cuerpo tirado junto al vehículo. A continuación, se introdujo en la finca y abrió fuego sin contemplaciones sobre las otras dos mujeres, a las que también abandonó para huir al volante de su turismo. Un vecino, alertado por los tiros, halló a los niños junto a uno de los cadáveres. Fue él quien los condujo a una vivienda próxima, donde se les dio refugio.

Una hora más tarde, el sujeto se había guarecido ya en la casa de su madre, en Ames, desde donde telefoneó al cuartel de la Guardia Civil de O Milladoiro. Los agentes lo detuvieron minutos después. Antes, Abet tuvo tiempo de arrojar al río Tambre el revólver con el que cometió el crimen. El grupo especial de actividades subacuáticas de la Guardia Civil lo recuperó por la tarde, junto a una caja de munición, a la altura de A Pontenova.

Sin denuncias previas

Probablemente Abet declare esta mañana en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción n.º 2 de Caldas de Reis. La subdelegada del Gobierno de Pontevedra, Maica Larriba, confirmó que no existían denuncias previas por violencia doméstica. «Desgraciadamente, a nosa provincia ten que sumar estas mortes á xa producida no mes de marzo, tamén en Valga, co asasinato de María José Aboy Guimarey», señaló Larriba, recordando que Javier Bello se suicidó tras matar a su mujer en otra aldea del pequeño municipio arousano, inaugurando así la macabra lista de víctimas de la violencia machista en Galicia este año. Larriba y Losada estarán hoy en el acto de condena en la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra.

En ella participará también la presidenta de la Diputación, Carmela Silva. Desde Argentina, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo, tildó el crimen de «aberración» y llamó a un «basta ya a la violencia machista».