
Llega desde Toledo con un repertorio que recuerda al rock español de los 90 para hacer este fin de semana triplete en Arousa
26 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Lleva en esto de la música más de 20 años y bien que se le nota. De vocación trotamundos, no necesita más que su guitarra y un par de pedales para llevar sus canciones a cualquier rincón del orbe. Canciones que hablan de lo de siempre y que suenan también a lo de siempre, ese rock de herencia americana que muchos artistas españoles hicieron suyo allá por los 90. Álvaro Gómez las ha recopilado en un disco que titula La casa sobre ruedas y que este fin de semana presenta en directo en Vilagarcía, Cambados y Barrantes.
-Dice que huye de la etiqueta de cantautor como de la peste, ¿por qué?
-Porque en España ese término se ha asociado con canción comprometida o demasiado sensible. Y yo no me identifico con eso. Evidentemente no tengo una banda y canto las canciones que compongo así que soy un cantautor. Pero como lo pueden ser Coque Malla, Leyva o Andrés Calamaro. ¿Por qué nadie les llama cantautores a ellos?
-¿Son esas sus principales influencias?
-La principal quizá sea Calamaro. He escuchado mucho y le tengo mucho respeto a Quique González o a Joaquín Sabina pero yo me decanto más por Burning, Loquillo o Bob Dylan.
-¿Por qué prefiere no tener un grupo estable?
-Hoy en día es muy difícil. Y luego, es que yo soy muy poco democrático (se ríe). La democracia musical se me pasó a los 25. Para tener un grupo y que funcione se tienen que dar muchas condiciones y tenemos que ir todos en la misma línea. Para mí es mucho más libre este formato y me permite cambiar de registro cuando quiero.
-Si sus letras no son ni comprometidas ni sensibles, ¿de qué hablan?
-Hablo de lo que me sale, principalmente de amor y de desamor. En eso soy un poco ñoño. Y mira que luego en mi vida particular no hablo casi nunca de esto. Pero las canciones son un poco terapia. En vez de ir al psiquiatra, escribo. Ya que me deja mi novia por lo menos voy a sacarle un poco de rentabilidad cantándolo.
-El disco suena a rock enérgico. ¿Cómo lleva esas canciones al directo con solo una guitarra?
-Tengo un truco, aunque no abuso de él. Llevo las bases grabadas y las lanzo desde la pedalera. Así puedo cantar algunos temas con el apoyo del bajo o de la batería.
-Lleva más de 20 años en la música, ¿a qué aspira?
-A seguir tocando. En enero no tenía bolos y me fui a Londres a tocar en la calle durante tres semanas. Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida.
-Dice que se siente alejado de las modas y el postureo...
-Lo intento, por lo menos. Al rock, pero sobre todo al pop actual le falta alma y le sobra postureo.