Gonzalo + Natalia + An = La fórmula perfecta

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

El trío del colegio Filipense de Vilagarcía ganó la fase gallega del concurso «Rebumbio Matemático»

30 may 2018 . Actualizado a las 11:04 h.

El momento del concurso en el que Gonzalo Rodríguez, Natalia Portela y An Ran Cheng se pusieron más nerviosos no fue cuando les entregaron los ejercicios que debían realizar, ni siquiera cuando veían que el tiempo se les acababa y que a lo mejor no les daba tiempo a terminar. Fue cuando en la ceremonia de entrega de trofeos veían que el nombre de su equipo (Reacción matemática) no aparecía. Y esos nervios se incrementaron cuando ya solo quedaban tres en la lista, y más aún cuando el jurado dio el del segundo clasificado (el CEIP Almirante Juan de Lángara y Huarte, de Ferrol) porque eso significaba que el equipo del CPR Filipense Sagrada Familia había ganado la final gallega del Rebumbio Matemático, una competición que ha alcanzado ya su 17.ª edición. «Fue una explosión, muy emocionante», recuerda Anabel Buceta, la profesora que los ha estado preparando durante los últimos meses.

Los alumnos, de sexto de Primaria, debían resolver seis problemas y para ello tenían de plazo 1 hora y tres cuartos. Unos problemas muy curiosos en los que se juntan la obligatoria comprensión lectora con numerosas preguntas en cada ejercicio, que versaban sobre distintas construcciones de la ciudad de A Coruña. El más complicado, según confiesa Gonzalo, fue el que ponía el foco en la fuente de As Paxariñas, en el que las fracciones irreductibles se mezclaban con la obligación de dibujar una pajarita sobre la cuadrícula que les daban.

La coordinación entre los miembros del trío es fundamental para poder sacar el reto adelante. En la cita de A Coruña decidieron que los tres harían cada uno de los ejercicios y que después compararían los resultados, «que casi siempre nos dan igual», dicen. Ese era el plan también para la fase provincial, pero el primero de los problemas les llevó media hora y decidieron repartirse los siguientes para conseguir acabarlo a tiempo.

«No esperábamos ganar», dicen a coro los tres. Anabel Buceta no es su profesora de matemáticas y fue su tutora la que decidió la composición de los grupos. «Hay que valorar ya no la nota que tengan en matemáticas, sino que sean niños despiertos y que sepan trabajar en equipo», explica. A partir de ahí los fue preparando desde febrero. «Vamos haciendo pruebas y ejercicios de otros años y les voy orientando sobre cómo debe ser el método de trabajo», apunta la profesora.

Comida en el acuario

Acudieron a la fase de Pontevedra los dos equipos que presentó el CPR Filipense Sagrada Familia y en ella se clasificó uno. La siguiente prueba fue en A Coruña el pasado fin de semana. Una jornada muy divertida en la que, además de la prueba, los representantes de los quince equipos que participaron visitaron el Aquarium Finisterrae para por la tarde acudir a la entrega de premios y recuerdos en el Fórum Metropolitano.

Esa entrega de trofeos tenía este año una novedad que hace la victoria del conjunto filipense algo aún más especial. «Además de una táblet y una calculadora está el plus de participar en la fase nacional que se va a celebrar en Melilla», explica Anabel.

Allí van a estar durante cuatro días y van a tener pruebas de todo tipo. Tanto individuales como alguna por equipos en la que no necesariamente se respetarán las formaciones para mezclar a los chicos de las distintas comunidades. Tendrán también actividades de localización y de orientación al aire libre. «Es más una convivencia que un concurso», explica su profesora.

En todo caso será una experiencia que no olvidarán porque ninguno de los tres tienen todavía muy claros hacia dónde encaminarán sus pasos en los estudios. Las asignaturas favoritas de Gonzalo, por ejemplo, son «sin contar educación física o plástica, seguramente matemáticas pero el año que viene tendremos tecnología y seguro que me gustará bastante». «Las mías favoritas son inglés y matemáticas», dice Natalia, mientras que An que no tiene claro cúales son las suyas y ni siquiera sabe si prefiere las ciencias o las letras.

Ahora ya piensan los tres en lo bien que se van a pasar en un viaje de fin de curso sobrevenido entre el 18 y el 21 de junio. Allí irá también su profesora Anabel Buceta, pero viajarán sin mayor pretensión que disfrutar de la experiencia. No harán una preparación especial porque, en este caso, no hay ninguna duda de que el mayor premio es participar.