![La comisión de directivos, exdirectivos y aficionados argumenta que el ascenso del Arousa situaría a Vilagarcía en el mapa deportivo](https://img.lavdg.com/sc/P7JNaqJ5khTqNPiDnbuuD3P69T0=/480x/2021/05/20/00121621534862229914131/Foto/AY21C6F1_201852.jpg)
Culpan a Ravella y a la empresa de un «abandono total, triste y vergonzoso» del campo por su apatía
20 may 2021 . Actualizado a las 21:30 h.Dos almas conviven, definitivamente, en el seno de la comisión de directivos, exdirectivos y aficionados del Arousa que se han empeñado en que el campo de fútbol de A Lomba disfrute de un mantenimiento como ellos consideran que se merece. Una de ellas está representada por el periodista Felipe Suárez, convertido en azote del Concello de Vilagarcía y de la empresa que tiene encomendado el cuidado del césped. A la otra le pone cara Manolo Abalo, el presidente del club, que comparte los argumentos de Suárez, porque de otra forma no se sentarían a una misma rueda de prensa, pero se esfuerza por rebajar el tono. Ayer, semanas después de aquella escena inédita en la que el presidente del Portonovo trajo su máquina cortadora y la probó sobre la hierba de A Lomba, este grupo de ilustres arousistas volvió a la carga con los mismos argumentos: «Ante la pasividad del Concello y de la Fundación de Deportes, y obviamente de una empresa que cobra cien mil euros anuales por este trabajo, nos vemos obligados a denunciar un abandono total y absoluto».
Lamenta la comisión que, desde hace tres semanas, antes del partido con el Polvorín, cuando se cortó tres veces el césped, el campo siga como estaba. «Dijeron que iban a comprar una máquina que venía de Irlanda y que mientras no llegase se alquilaría una, pero la máquina que nos cedía el Portonovo no la van a buscar». En su lugar, subrayó Suárez, se emplean «las maquinitas de jardín» de la firma concesionaria. Aquí quiso terciar Abalo, quien afirmó que, pese a todo, «esto mejoró al cien por cien y hay que agradecer que el campo esté así, aunque pueda mejorar». Felipe lo contradijo, «el campo estás así porque se cuidó antes del parón», y siguió al ataque. No es cuestión de política, porque atribuyó al PP de Tomás Fole la misma actitud que ahora reprocha al PSOE de Alberto Varela, pero el periodista ve «falta de cariño», de conciencia de lo que el Arousa significa para Vilagarcía y un descuido que se extiende al estado de las gradas y al exterior e interior de un estadio «convertido en un almacén, triste y vergonzoso». Abalo calificó a la fundación de perjudicial. Lamentó las escasas subvenciones, «que obligan a mendigar para cubrir el presupuesto» Y, eso sí, pidió a la afición un arreón para el decisivo partido el domingo en busca del ascenso.