La Policía Local impuso doce multas a conductores de patinete en Vilagarcía

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

Usar el móvil y pilotar tras haber bebido son las infracciones más frecuentes

31 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Corren tiempos de regulación para los denominados vehículos de movilidad personal (VMP). Los patinetes eléctricos, en román paladino, que vuelan y dominan el paisaje urbano en cualquier ciudad, por grande o pequeña que sea. De acuerdo con diferentes estudios, entre ellos un informe elaborado por el RACC, el 45 % de quienes los conducen reconocen hacerlo por las aceras, pese a estar taxativamente prohibido. Por lo que respeta a Vilagarcía, que no constituye ninguna excepción en el auge de estos artilugios, su mala utilización ha generado una docena de multas en los diez primeros meses de este año.

El control que se ha establecido en la capital arousana coincide, a grandes rasgos, con el que exhiben las siete grandes ciudades de Galicia. Sus números indican que, a lo largo de los dos últimos años, se han impuesto en las urbes de la comunidad 140 sanciones, que no se antojan demasiadas a la vista de la forma en la que los patinetes están invadiendo plazas y calles. Fuentes municipales explican que las causas más frecuentes de la apertura de estos expedientes en Vilagarcía residen en la utilización del móvil mientras se pilota el MVP, su incursión en áreas peatonales e incluso el consumo de alcohol. Quienes se manejan con estos aparatos deben saber que pueden ser sometidos a controles de drogas y alcoholemia, exactamente igual que los conductores del resto de vehículos a motor.

En algunos casos, la Policía Local decidió inmovilizar directamente el patinete del infractor. De ser así, el vehículo es conducido al depósito municipal. Si sus propietarios disponen de todos sus papeles en regla, no tendrán mayor problema en recuperarlos, siempre que paguen las cantidades correspondientes a las tasas de inmovilización, depósito y custodia, que se calculan en función de los días que el MVP permanece retenido.

Al desembolso por esta serie de conceptos debe sumársele el correspondiente a las multas en sí. La mayoría de ellas tienen un importe de doscientos euros, aunque las infracciones graves o muy graves, entre las que se incluyen las alcoholemias positivas, se pagan por encima de los quinientos euros.

Lo que preocupa a Tráfico

Los dos problemas que más preocupan a la Dirección General de Tráfico con respecto a la conducción de los patinetes eléctricos estriban en el escaso conocimiento que demuestran muchos de sus usuarios, y en la escasa presión que ciertos ayuntamientos ejercen a la hora de hacer cumplir la normativa.

Por todo ello, Tráfico acaba de poner en marcha una campaña informativa que persigue concienciar a la ciudadanía sobre las normas básicas que rigen el pilotaje de los célebres patinetes. Las más taxativas marcan la prohibición de circular por aceras y zonas peatonales, hacerlo con auriculares o teléfonos móviles, y consumir alcohol o sustancias psicotrópicas a la hora de pilotar este tipo de vehículos.

El propio director de la DGT, Pere Navarro, ha solicitado a los responsables municipales y a las policías locales que prestan sus servicios en las ciudades que establezcan controles efectivos sobre el empleo de los patinetes, teniendo en cuenta que las aceras son para los peatones.

Los concellos deben decidir sobre el uso del casco y las pólizas de seguro

 

s. gonzález

La proliferación de los patinetes eléctricos no es, por supuesto, un fenómeno que en O Salnés se limite a Vilagarcía. Los responsables municipales de la capital arousana trabajan en la adecuación de la ordenanza de Tráfico a las directrices que ha marcado la DGT. El mismo procedimiento está en marcha en O Grove y en Cambados, donde se resolverá en el seno del plan de movilidad que será presentado en breve.

La norma general, explicitada en un real decreto de diciembre del año pasado, define el MVP como aquel vehículo de una o más ruedas dotado de una sola plaza y propulsado exclusivamente por motor eléctrico, con capacidad para alcanzar velocidades comprendidas entre los seis y los 25 kilómetros por hora. Este límite no debe ser sobrepasado, a riesgo de que su piloto sea sancionado con quinientos euros. El consumo de alcohol y la circulación por vías interurbanas y túneles urbanas también están prohibidos. Pero la Administración local tiene un margen considerable para introducir sus propios criterios. Así, y aunque tampoco se puede transitar por aceras y zonas peatonales, los concellos pueden regular el acceso de los MVP a ellas, siempre que limiten su velocidad al ritmo de un caminante. La necesidad de utilizar un casco de protección o el carácter obligatorio de una póliza de seguro son otras de las cuestiones que pueden decidir los ayuntamientos.