Vilagarcía es la única de las grandes estaciones de tren de Galicia sin servicio de movilidad permanente

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

La supresión del servicio permanente de asistencia motivó protestas y movilizaciones hace once años
La supresión del servicio permanente de asistencia motivó protestas y movilizaciones hace once años MONICA IRAGO

Los usuarios con discapacidad o dificultades para desplazarse deben solicitar la asistencia de Atendo en Arousa con doce horas de antelación

21 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El servicio apenas funcionó tres años, entre el 2008 y el 2011, pero lo hizo sin ningún problema y sus responsables supieron granjearse una alta valoración entre los usuarios de la estación de ferrocarril de Vilagarcía de Arousa. Durante aquel período, tres trabajadoras se encargaron de gestionar en la capital arousana la prestación permanente de Atendo, el apoyo que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) oferta a aquellos pasajeros que padezcan alguna discapacidad o vean su movilidad reducida. Por alguna razón, hace exactamente once años la compañía decidió suprimir este programa, que desde entonces pasó a funcionar en su modalidad puntual. Eso es, en la estación ya no hay nadie que se encargue de esta labor, aunque el viajero que lo precise puede solicitar que un operario acuda en su ayuda, siempre que lo haga con un mínimo de doce horas de antelación.

La plaza arousana es la única de las grandes terminales ferroviarias de Galicia que carece de una prestación Atendo de carácter permanente. Y la diferencia es importante, ya que el mapa que el ADIF exhibe en su página web indica que tanto en A Coruña como en Santiago, Pontevedra, Vigo-Urzaiz, Lugo y Ourense los viajeros pueden acudir al servicio comunicándolo tan solo media hora antes. Las únicas excepciones en la comunidad son Ferrol, Vigo-Guixar, Redondela, Sarria y O Barco de Valdeorras. Monforte de Lemos, en cambio, sí dispone de atención constante.

La cancelación de la modalidad permanente de Atendo cosechó en Vilagarcía movilizaciones y protestas. Sus trabajadoras recogieron medio millar de firmas entre los usuarios del ferrocarril en la capital arousana, en apenas unos días. Se programaron concentraciones. Por si fuese poco, la iniciativa tuvo la rara virtud de aunar la opinión de la clase política local en torno a un mismo objetivo, que, sin embargo, no llegó a alcanzarse. Ni el ADIF ni Renfe se movieron de su negativa a recuperar la prestación presencial, alegando que carecía de la suficiente demanda, por mucho que los viajeros sostuviesen lo contrario.

Atendo funciona como una atención permanente en 62 estaciones españolas, mientras que en otras 72 la asistencia es únicamente puntual, como sucede en Vilagarcía. Sus operarios ayudan a los viajeros que utilicen silla de ruedas a acomodarse en sus asientos, además de proporcionar una silla para su desplazamiento por la estación a quienes padezcan otros problemas de movilidad. Si la discapacidad del usuario es de carácter auditivo, Atendo facilita apoyo técnico para una mejor comunicación. En caso de que sea visual o dificulte las funciones intelectivas y la comprensión, un operario acompañará al pasajero y lo ayudará a subir y bajar del tren, así como a acomodarse en los asientos. 

Medidas para poder combinar la bici y el ferrocarril

Vilagarcía fue, junto a Pontevedra, Vigo, A Coruña y Santiago, una de las estaciones de Galicia en las que Greenpeace y varias asociaciones de usuarios reclamaron el sábado medidas para que la combinación entre el ferrocarril y la bicicleta sea verdaderamente efectiva. Los convocantes denuncian que las plazas para las bicis son escasas, y su gestión, calamitosa, y reclaman a Renfe medidas que garanticen una intermodalidad real.