«Adelgacé 34 kilos en ocho meses comiendo panceta»

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Martina Miser

Grasa, proteína, mucha verdura, carbohidratos al mínimo y cero procesados; así es la dieta que ha llevado al cafetero arousano Marcos Ramos a ser la imagen saludable de su carnicería favorita

10 mar 2024 . Actualizado a las 11:50 h.

Una advertencia antes de empezar. Esto no es un consejo ni una línea que nadie deba seguir. Es el relato de una experiencia personal que desde esta semana figura reflejada en un panel publicitario instalado en la avenida Rodrigo de Mendoza de Vilagarcía. Lo ilustran dos fotografías separadas por ocho meses. En la primera puede observarse a un tipo orondo, hermoso, que dirían las abuelas. En la segunda se asoma el mismo individuo tras haber perdido un tonelaje nada despreciable. Es Marcos Ramos, hostelero, sumiller, responsable de la firma TuCafé y autor de un par de campañas que rápidamente se hicieron virales. El mensaje lo dice todo: «Sí, bajé 34 kilos comiendo panceta. Cuidando de tu salud desde 1974 y de la de Marcos desde hace un año». Firmado, Carnicerías Benito Agra.

«Es eso exactamente, adelgacé 34 kilogramos en ocho meses y lo hice comiendo panceta», explica el protagonista de esta historia. Marcos tiene 49 años, mide un metro y 78 centímetros y llegó a pesar 104 kilos. «Había intentado adelgazar un par de veces antes, pero todo acabó en un tremendo efecto rebote; ansiedad, mareos...». Hace un tiempo, Ramos se embarcó en el proyecto Irreverentes, un café de especialidad que contaba con un puñado de socios muy potentes. Entre ellos, el reputado nutricionista Endika Montiel, por cuyas manos han pasado futbolistas de la talla de Fernando Torres y Javi Martínez, y forma parte del equipo técnico que llevará a la selección de la República Dominicana a los juegos olímpicos de París. «Un día me dijo, ‘‘Marcos, esto no puede seguir así. Vas a adelgazar'', y así comenzó todo».

En enero del 2023, su analítica era un disparate, con el colesterol, los triglicéridos y la tensión por las nubes. «Mi médico, Jacinto López, se puso muy serio. En agosto repetimos los análisis y todo estaba perfecto. ‘‘Marcos, podrás morirte de muchas cosas, pero creo que podemos olvidarnos de los problemas cardiovasculares'', me dijo Jacinto».

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La dieta se basa en el consumo de grasa, proteína y mucha verdura. En cambio, «nada de procesados ni de refinados, e hidratos de carbono al mínimo, así que ni patatas ni pan, ni pasta ni arroz. Carne y grasa, hasta hartarme». Tampoco ejercicio físico. «Ahora sí hago deporte, me lo pide el cuerpo, subo las escaleras de dos en dos y ni te cuento lo del vigor sexual, pero mientras perdía peso, no. No podía someter mi cuerpo al doble estrés del adelgazamiento y el ejercicio al mismo tiempo». Al comprobar su transformación, David Agra, su carnicero favorito, le propuso ser la imagen de su cadena. Y aquí está el resultado. «Orinaba verde y mi sudor era como betún transparente de la grasa que perdía, pero ha merecido la pena. Nos quieren adictos a la comida. Yo me he desenganchado».