Alberto Varela se compromete a plantear las propuestas de conservación del medio ambiente del profesor Óscar Briones ante el empresariado y otras Administraciones
29 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Presente en la agenda internacional desde hace décadas, el rewilding es un concepto escasamente conocido en Galicia y España. Renaturalización podría ser una traducción más o menos ajustada al espíritu de una concepción de la conservación ambiental que pasa por reservar espacios para que el propio medio se regenere con una mínima intervención del hombre. Óscar Briones, profesor del grado de Dirección e Xestión Pública de la Universidade de Vigo y miembro del grupo de investigación del Observatorio da Gobernanza, pilota un proyecto personal para poner en marcha este tipo de iniciativas en un entorno tan presionado como el de las Rías Baixas. Briones, que viajará en breve a Angola para sondear las posibilidades de activar allí un proyecto de resilvestrización, presentó ayer sus argumentos al alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, quien asegura que encajan con la filosofía ambiental que propugna el Concello.
Vecino de la capital arousana y buen conocedor de su entorno, el profesor advierte sobre la profunda alteración que sufre el paisaje en Galicia debido a la presión sobre el litoral y la deforestación de sus montes, un fenómeno con graves repercusiones ambientales. De ahí su llamamiento a pasar a la acción, convencido, asegura, de que «corremos o risco de chegar tarde».
Briones concreta su preocupación en la continua supresión de masa forestal que están padeciendo muchos montes de la comunidad para ser transformados en superficies de cultivo intensivo, «un cambio que implica a perda dos pulmóns naturais de moitos municipios, e tamén de espazos naturais de esparexemento».
El rewilding surge, explica el profesor arousano, como una estrategia que busca la implicación de la iniciativa pública y privada. No solo en cuanto a la declaración de espacios naturales, sino, sobre todo, a través de la adquisición o cesión de uso de terrenos para su conservación. Los fondos necesarios, apunta, podrían obtenerse a través del crowfunding o como una alternativa a los créditos de carbono con los que las empresas pueden compensar los efectos contaminantes de sus actividades. En otras palabras, comprar bosques para paliar los daños ambientales de la actividad industrial. Varela se comprometió a trasladar esta propuesta a otras Administraciones y al ámbito empresarial, a fin de sondear fórmulas de colaboración que permitan su desarrollo.