«Vilagarcía nunca para»: septiembre arranca con el Folk no Alobre
VILAGARCÍA DE AROUSA
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El domingo, en el parque, habrá ruta guiada, cuentos, música y comida
29 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.«Cando pensas que rematoua cousa, resulta que non. Vilagarcía nunca acaba, Vilagarcía nunca para». Alberto Varela, el alcalde socialista de Vilagarcía, sacaba pecho este miércoles por el exitoso programa cultural desplegado durante las fiestas de verano en la ciudad. «Podíase pensar que co Combate Naval remataba todo, pero non é así. Esta fin de semana volvemos ter máis cousas». El sábado, la Noite das Meigas. Y el domingo, un festival que se ha ido consolidando poquito a poco, el Folk no Alobre.
El certamen, organizado por el colectivo Pés de Barro, lleva creciendo desde el año 2017, cuando nació. Surgía como un intento de reivindicar el patrimonio cultural gallego, a través de su música y su lengua, y también el patrimonio natural de Vilagarcía, llenando de actividad un espacio tan emblemático —y tan poco tenido en cuenta— como el parque Enrique Valdés Bermejo.
El programa del domingo, sin embargo, arranca en los jardines de Ravella. De allí partirá una comitiva a la que podrá sumarse quien lo desee. Al frente de la misma, Xurxo Souto y un guía profesional que compartirán con quienes integren la expedición por la ciudad algunos de los secretos de la misma. La música la pondrán Os demos da petaca, que ayudarán a Souto a oficiar el Ritual das pedras do Alobre, uno de los momentos más especiales de la jornada. Marca el punto y final del viaje de descubrimiento de Vilagarcía y de llegada a su corazón verde.
A la una de la tarde, la celebración cambia de cariz: arranca una sesión vermú protagonizada por la Tropa de Trapo y, más en concreto, por Marta Ortiz y Brais das Hortas, que narrarán Contos de neNas grandes e pequenas, historias que transmiten conceptos tan importantes como la igualdad entre hombres y mujeres.
A las dos de la tarde, en las mesas y los bancos que la organización ha dispuesto, o sobre mantas y manteles en el césped, los alimentos llevados de casa nutrirán los cuerpos de quienes se sumen a la romería. En esta ocasión, la organización pone a disposición del público una barra en la que se podrán comprar distintos productos con los que matar el hambre y la sed.
Para aligerar la digestión, a las cuatro de la tarde se ha organizado el taller Bailar a canda os tempos, dirigido por Carme Campo y Chus Caramés, a través del que se revisarán los estereotipos de género en el baile tradicional gallego.
Y por fin llegan las seis de la tarde, hora a la que se ha fijado el inicio de los conciertos. Las pandereteiras de Pés de Barro y Nós de Sobradelo abrirán un programa al que se irán sumando, poco a poco, el repertorio «tradicional e picante» de Bailai Malditos; la original propuesta de Os Carunchos; y el espíritu festivo de Os d'Abaixo. Todos, explicaba la concejala de Cultura Sonia Outón, dan forma a un festival «familiar e relaxado», una cita que permite un acercamiento a la música y las tradiciones que no debemos perder de vista.