La feria de los objetos extraordinarios: De la «batseñal» que se usa con la linterna del móvil a las camisetas con autógrafos

¿Necesita poner un superhéroe en su vida? En Vilagarcía, el Curtas Festival do Imaxinario se lo pone fácil. Además de una amplia exposición plagada de súper hombres —alguna súper mujer también se ve—, en lo más alto de la sala Rivas Briones ha funcionado durante el fin de semana un mercado de objetos extraordinarios en el que se podía encontrar de todo: desde los dibujos realistas de José F. Perregil, hasta una pieza que, adosada a la linterna del móvil, permite llamar a Batman cuando nos haga falta. Este es uno de los diseños que ofrecen Andrea y Dani, dos jóvenes llenos de inquietud y talento que son capaces de hacer con una impresora 3D todo lo que se les ocurra y que en Vilagarcía han triunfado con su batseñal portátil y sus personajes de manga. Su empresa naciente, Addicap 3D, ocupó uno de los 17 puestos instalados en la bajocubierta del edificio de la calle Castelao, en el mismo lugar en el que, no hace tanto tiempo, los estudiantes hincaban los codos antes de los exámenes, cuando estas dependencias formaban parte de la vieja biblioteca municipal.

De ese pasado de libros, a un presente en el que hasta este espacio llegó, también con su propuesta artística, Ángela Curro, ilustradora, dibujante de cómic, que se sumó a la muestra con algunas de sus publicaciones, algunas de sus acuarelas, algunos de sus dibujos a lápiz... Y mucha ilusión por ser parte de un evento, el Curtas, al que solía acudir como público.

Al festival también ha venido en más de una ocasión José Antonio Méndez — Josef Méndez es su nombre artístico— que lleva «toda la vida» dibujando y pintando escenas de terror. «En el Curtas he estado muchas veces; como suelen traer a directores y actores de algunas de las películas sobre las que dibujo, les traía mis cuadros para que me los firmasen». Y como quiera que esos cuadros son la base de la fabulosa colección de camisetas con las que se mueve por festivales de toda Europa, en algunas de ellas hay autógrafos serigrafiados que enriquecen la obra de este artista de Vigo.

El paseo por el mercado da para muchas sorpresas. Ataviada para la ocasión, Willdorabuin muestra al mundo las creaciones con las que quiere sacar algo del arte que lleva dentro y que, por momentos, siente rebosar. «Me encanta pintar y dibujar, y hacerlo todo a mano», dice esta joven que aún es «pequeña» y tiene un largo camino por delante. También Sergio Covelo, ilustrador y diseñador, se ha sumado al mercado del Curtas con sus obras más personales, las que hace por diversión, para un cliente que podría ser él mismo.

Todos ellos son una muestra del primer mercado que se organiza en el marco del Curtas, Festival do Imaxinario, que ayer vivió una jornada de gran actividad. Y es que no solo las exposiciones registraron un ir y venir continuo de curiosos: la actividad alcanzó a la última planta de la casa de la cultura de Rey Daviña, donde además del mercado se instaló una sala de juegos que logró ayer una más que aceptable entrada. «Vienen muchos padres que al ver algunos de los videojuegos les dicen a sus hijos: ‘mira, a esto jugaba yo de pequeño', y ahí se pasan un rato». Y pandillas enteras se han sentado en las mesas, antaño ocupadas con apuntes y libros, para echar partidas de los distintos juegos puestos a su disposición por la organización del festival. Y es que los domingos son un gran día para entregarse a la nostalgia, para rendirse a la fantasía y para comprarse una batseñal. Nunca se sabe cuándo nos hará falta.

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