Dos años de cárcel por trapichear con cocaína y heroína en Vilagarcía: «Soy superconsumidor, tengo un agujero en la nariz»

La Voz VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron a los dos individuos tras un pase de material en la plaza de Galicia
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron a los dos individuos tras un pase de material en la plaza de Galicia MONICA IRAGO

Dos hombres acaban de ser sentenciados tras intercambiar paquetes repletos de bolsas preparadas para el menudeo por encargo de un tercer individuo, apodado el Cebollero del Bronx

06 dic 2024 . Actualizado a las 20:12 h.

Dos hombres, de 41 y 27 años de edad, acaban de ser condenados por la Audiencia Provincial de Pontevedra a dos años y dos meses, y dos años de prisión, respectivamente, por un delito contra la salud pública de sustancias que causan un grave daño a la salud. Ambos fueron sorprendidos en la plaza de Galicia de Vilagarcía mientras hacían un pase de material claramente destinado al trapicheo. Se trataba de dos paquetes. Cada uno de ellos contenía doce bolsitas. En un caso eran blancas y portaban alrededor de un gramo de cocaína. En el otro eran negras y sumaban dos gramos de heroína. Los hechos tuvieron lugar en mayo del 2022.

Tras ser seguidos y detenidos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, los dos implicados aportaron versiones completamente opuestas acerca de lo sucedido. El más joven reconoció que era «un superconsumidor», algo que enfatizó con una expresión rotunda: «Tengo un agujero en la nariz», es de suponer que derivado de un continuo esnifar de cocaína. Este acusado trajo a colación a un tercer sujeto, un tal Cebollero del Bronx, forma por la que se conoce popularmente un barrio próximo al centro de Vilagarcía. Asegura que se dirigió al Cebollero para hacerle ver que estaba en las últimas y sin un euro, de forma que su interlocutor le ofreció vender material para él. De ahí el pase de la plaza de Galicia: se trataría de mercancía perteneciente al jefe del Bronx que un intermediario ponía en sus manos para trapichear con ella. Al cabo del tiempo, él tendría que entregar 240 euros al hombre del Cebollero y quedarse con otros 40.

El acusado más veterano, en cambio, explicó que había telefoneado a un ciudadano dominicano para adquirir medio gramo de cocaína, que se habían citado en la plaza de Galicia y que quien apareció fue el joven también detenido. Una versión que el tribunal descarta por completo tras escuchar a los agentes que contemplaron la escena y abortaron el negocio.