Octava ciudad, décimo municipio

manuel villaronga VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Martina Miser

Una reflexión sobre la posición de Vilagarcía en el ránking de Galicia

09 feb 2025 . Actualizado a las 19:37 h.

Cuentan que, en cierta ocasión, cuando la rivalidad Celta-Dépor era otra cosa, los olívicos recibieron a los brigantinos con una enorme pancarta: «La ciudad de Vigo saluda al pueblo de A Coruña». En el partido de vuelta, la bienvenida fue esta: «A Coruña capital saluda a Vigo, provincia de Pontevedra». Todo cierto. Todo relativo.

Viene esto o cuento porque, como ya es habitual con cada cambio de año, regresó el eterno (y ficticio) debate sobre la posición de Vilagarcía en el ránking municipal de Galicia. Según dicen, ya somos la décima ciudad y con el riesgo de seguir bajando. No es cierto. Y no lo es porque, como también suele ser frecuente, se está confundiendo ciudad con municipio, de la misma manera que se confunde censo con padrón. Un censo es una foto fija en una fecha determinada que se toma como referencia (1 de enero del 2025: Vilagarcía, 37.761 habitantes); un padrón es un registro continuo, en constante cambio (7 de febrero del 2025: Vilagarcía, 38.323 moradores). Por eso es esencial tener claros los conceptos: en el año 1900 el ayuntamiento más importante (en número de vecinos) de la provincia era A Estrada, seguido de Vigo y Pontevedra, y a nadie se le ocurrió decir que la principal urbe provincial era la cabecera de Tabeirós.

Para que quede claro desde ya: Vilagarcía sigue siendo la octava ciudad de Galicia. Y lo seguirá siendo durante una buena temporada: solo en el casco urbano de la capital (Arealonga) viven 20.000 personas (más de la mitad de todo el concello) y esa es una cifra a la que ni de lejos llegan los núcleos principales de las ciudades y villas medias de Galicia. Lo cual no es incompatible con que sea el décimo municipio, y sí, con tendencia a seguir bajando: todo va a depender de la velocidad con que los concellos satélites de A Coruña (Arteixo, Oleiros), Ferrol (Narón) y Santiago (Ames) sigan siendo la vía de escape a los problemas de vivienda de las grandes urbes (aunque esa no sea la única razón de su crecimiento). A Coruña, por ejemplo, con una extensión incluso menor (38 km2) que la de Vilagarcía (44), tiene una densidad poblacional de 6.538 habitantes por km2, es decir, casi 8 veces la de Arteixo o Vilagarcía, 11 la de Narón o 16 la de Ames.

Criterios de ciudad

Un municipio es la entidad local básica de organización del Estado, definida por territorio, población y Administración (personalidad jurídica) propia. Otra cosa es una ciudad. Para que un núcleo de población pueda ser considerado como tal ha de tener 10.000 habitantes o más (al menos en España; en Europa hay otros modelos). Pero no solo eso: también hay que tener en cuenta la densidad de población y de edificios, la tasa de ocupación laboral en el sector secundario y terciario, el predominio de infraestructuras y servicios, los centros de poder y decisión, y hasta su capacidad de influencia en la zona en la que se asienta.

Pues bien, la que resulta ser —dicen— la décima ciudad de Galicia tiene una densidad de población de 854 habitantes por km2, es decir, la cuarta en el ránking solo detrás de A Coruña, Vigo y Ourense. Si atendemos a otra estadística, también muy ilustrativa —la de las tarjetas sanitarias— vemos que Vilagarcía posee 37.422 —el octavo municipio de Galicia— y le siguen Oleiros (1.400 menos), Narón (1.700 menos) y Ames (casi 3.000 menos). Si tenemos en cuenta que las cédulas del Servizo Galego de Saúde (Sergas) prácticamente se corresponden con su censo (37.761 habitantes), parece clara la diferencia entre un municipio que tiene entidad propia y es cabecera de comarca y otros que, sin negar en absoluto su idiosincrasia, funcionan como complemento o dependen de sus mayores, al formar parte de su área metropolitana. A todo esto, y porque todo es relativo, hay que subrayar que vivir en torno a o dependiendo de también tiene sus peligros. Que le pregunten a Lavadores y Bouzas con respecto a Vigo, a Conxo y Enfesta con Santiago, a Xeve y Pontesampaio con Pontevedra, o a Carril y Vilaxoán con Vilagarcía…

Para que dos magnitudes se puedan comparar han de ser homogéneas. Y en cuestión de servicios e infraestructuras, no parece que haya parangón posible entre Vilagarcía y quienes la acechan en el ránking de municipios, que no de ciudades: puerto de interés general del Estado (cinco en Galicia), la sexta estación del ferrocarril por número de pasajeros, Aduana, Delegación de Hacienda, Instituto Social de la Marina, Capitanía Marítima, Centro de Atención de la Seguridad Social, Servicio Público de Empleo, Juzgados de Primera Instancia, Escuela Oficial de Idiomas, etcétera. A lo que habría que añadir su dinamismo comercial, turístico, cultural, educativo o deportivo.

Cuando vuelva la comparanza

En definitiva, para enero del 2026, cuando la comparanza vuelva, como el turrón por Navidad, sería deseable que se tenga en cuenta la diferencia entre ciudad y municipio. Sin duda, Vilagarcía seguirá siendo la octava ciudad de Galicia. Así que un consejo a los agoreros, el mismo que escuché un día en la Feira do Mosteiro: «Ti fala así do teu cabalo, a ver a quen llo vendes».

Manuel Villaronga es historiador y periodista, responsable del área de Comunicación del Concello de Vilagarcía de Arousa