R de Lorenzo, de la zapatería a ser pioneros en la reutilización de las redes
VILAGARCÍA DE AROUSA

Raquel Lorenzo explica la evolución de un negocio pionero y sus actuales proyectos
14 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.«La relación de mi padre con el mar empezó cuando le pidieron arreglar las botas de las mariscadoras y los marineros. Empezó entonces a hablar de las necesidades del sector con aquellos trabajadores. En el mejillón, había el problema de que las cuerdas de las bateas estaban hechas con esparto cubierto de piche y, al mismo tiempo, los atuneros no sabían qué hacer con las redes que ya no estaban aptas para el servicio. Él encontró la solución para esas dos cuestiones». Así resume Raquel Lorenzo el nacimiento e R de Lorenzo, la cordelería que camina ya hacia los 60 años consolidada como un ejemplo de economía circular y como una de las empresas estandarte de Vilagarcía de Arousa.
Ella continúa ahora el trabajo de su padre, Ramón, dándole una segunda vida a las redes y a los aparejos que ya no sirven para la pesca. «Era un visionario, hace ya cuarenta años que mandaba redes para Italia, para que fuesen reutilizadas», explica la gerente de la empresa. «Yo me he criado con esa filosofía sostenible que ahora está tan de moda, por lo que pretendo seguir la misma línea. Intentamos tocar lo menos posible el plástico, nuestro compromiso es trabajar siempre con materiales orgánicos y totalmente naturales», comenta.
Uno de sus últimos proyectos ha consistido, de hecho, en volver a los orígenes, al saco de yute, que vuelve a triunfar en el sector del mejillón. «El producto sale beneficiado por las condiciones de este saco», cuenta, añadiendo que también han creado un envase hecho totalmente de algodón para almacenar almejas o navajas.
Desde Seychelles o el norte de Europa, llegan aparejos kilométricos a sus instalaciones en el puerto de Vilagarcía. Desde allí, quince personas se encargan de desmontarlos para luego darle una segunda vida destinada, casi siempre, a mejoras en el sector del mejillón. Tienen, además, muchos trabajadores externos.