
El técnico del Arousa está encantado con lo que se ha encontrado
01 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.A Gonzalo Fernández, Gonza, el fútbol le apasiona. O esa impresión da. La charla tiene lugar en O Piñeiriño, apenas a unos metros de ese Manuel Jiménez que se ha convertido en su base de operaciones. Sus compañeros del cuerpo técnico del Arousa lo dejan para la entrevista y luego lo recogerán. De camino a casa, tocará hablar del entrenamiento del día, del del día siguiente y de un inicio de Liga que está ya a la vuelta de la esquina. «Es parte del trabajo», dice Gonza sobre esas charlas que tienen lugar en la autopista
—¿Siempre tuvo claro que lo suyo era entrenar?
—Más que claro, yo lo que tenía era pasión por el fútbol. Me gustaba estar rodeado de ese ambiente, de los vestuarios, de la gente con la misma inquietud que yo. Con el tiempo vas conociendo más el juego, profundizas y te engancha todavía más. Con los niños la experiencia era muy gratificante: ver su evolución del inicio al final de temporada. Y ahora, la esencia es la misma, pero dentro de un escenario más competitivo, con más exigencia y responsabilidades. Lo que me mueve es ayudar a los jugadores a crecer, tanto individualmente como en lo colectivo, y que ellos perciban que contigo alcanzan sus objetivos. — Dio el salto a un vestuario sénior bastante joven. ¿Cómo lo vivió?
—Con suerte. Me considero un privilegiado porque me encontré con un entorno tranquilo y estable en el Choco. Era un club que ofrecía muchas facilidades y oportunidades, tanto a entrenadores como a jugadores. Además, coincidió que dirigía a futbolistas que habían sido compañeros míos hasta hacía poco. Eso podría haber complicado las cosas, pero al contrario: ellos me lo pusieron muy fácil. En los momentos buenos y en los malos siempre sentí su apoyo. Aunque empezamos aquella temporada con dificultades —nos costaba mucho ganar fuera de casa— nunca noté dudas ni desconfianza. Esa confianza fue clave para crecer, para creer en mí y en lo que proponía.
—Y ahora llega al Arousa. ¿Le costó tomar la decisión?
— La verdad es que no. En cuanto se pusieron en contacto con nosotros todo fue muy rápido. Es un club en el que se respira fútbol, en el que cada vez que entras a A Lomba notas el ambiente de partido. Y además las condiciones de trabajo son magníficas para la categoría: instalaciones, predisposición, organización… Era imposible decir que no. Desde el primer día estamos encantados con la decisión.
—Esa pasión de la afición también implica presión, ¿no?
—Sí, claro, se nota la repercusión. Aquí no es lo mismo que en otros equipos de Tercera. Pero, sinceramente, creo que esa es la parte bonita. En los momentos malos, que llegarán, el hecho de tener una afición exigente y cercana es lo que te da fuerzas. Nuestro reto es que el equipo siempre dé una buena imagen. Sabemos que no siempre vamos a ganar ni a estar finos, pero si el día a día es bueno, si hay unión en el vestuario y la grada nos empuja, seremos un equipo muy difícil de batir.
—El proyecto requería refuerzos desde la portería hasta la delantera. ¿Tenía claro el equipo que quería hacer?
—Muy claro. Conocíamos la plantilla, sabíamos qué necesitábamos y el club lo entendió igual que nosotros. Todo lo que pedimos llegó, y eso dice mucho del trabajo que se hizo en el mercado. No solo estoy contento con los fichajes, también con la predisposición del club, con cómo nos han tratado a nosotros y a los jugadores. La sintonía ha sido total. Muchas veces no se sabe qué pasa durante la semana, en los entrenamientos, pero la verdad es que da gusto verlos entrenar.
—El año pasado jugar en casa no fue una fortaleza. Más bien lo contrario. ¿Qué espera de A Lomba este curso? —Para mí es fundamental. Lo dije desde el primer día: Vilagarcía, A Lomba, tiene que ser un estadio especial, un campo donde sea muy difícil puntuar. Los jugadores lo sienten y lo transmiten en el día a día, y la afición también lo vive así. Queremos que nuestro fútbol se potencie aquí, que la grada empuje y que los rivales noten que vienen a un sitio complicado. Si lo conseguimos, entre todos haremos que A Lomba sea uno de esos campos que marcan la diferencia en la categoría.
«La lesión de Tafa es una pena enorme»
La pretemporada del Arousa estuvo marcada por dos circunstancias, una positiva y otra negativa: en lo bueno, el gran nivel marcado ante rivales de superior categoría; en lo malo; la lesión de Tafa. Gonza lo analiza.
—La pretemporada estuvo marcada por la Copa, con rivales muy exigentes. ¿Cómo la valora?
—Nos cambió los planes, porque la Copa te exige competir antes de lo previsto y con mucha carga física. Pero, al final, creo que nos vino bien. Nos enfrentamos a equipos de mucho nivel, incluso de dos categorías por encima, y competimos de tú a tú. Eso nos obligó a alcanzar un ritmo alto y nos ha preparado mejor para el inicio de la liga. Quizá a nivel táctico aún nos falta rodaje, pero a nivel de exigencia y competitividad estamos en buen punto.
—La lesión de Tafa ha sido un contratiempo serio. ¿Cómo lo afronta el vestuario?
—Es una pena enorme. Estaba creciendo muchísimo con nuestra idea de juego, se había integrado de maravilla en el vestuario y físicamente es un jugador que estaba por encima de la categoría. Ahora toca ver cómo evoluciona y, a partir de ahí, decidir si buscamos refuerzo. Tenemos recursos en la plantilla —jugadores que pueden adaptarse— pero si aparece la opción adecuada, la valoraremos.
—¿Qué lectura hace de la categoría?
— La igualdad es brutal. Evidentemente, por plantilla el Compos parte como favorito, pero cada domingo será dificilísimo sumar puntos. Aquí lo importante es el día a día: cómo trabajas durante la semana. Si no haces las cosas bien de lunes a viernes, el domingo se nota. Nuestro foco está en cuidar los detalles, mantener un ritmo alto y que todos los jugadores se sientan importantes, salgan en el minuto uno o en el 80.
—Además del Compos, ¿qué equipos ve con plantillas fuertes?
—Creo que Vilalbés, Estradense, Alondras, Boiro, Somozas… incluso equipos recién ascendidos como Montañeros o Barco están fichando bien. La clave será la regularidad, porque es una liga muy larga y exigente. El que no haga las cosas bien durante el año lo pagará caro.
—El sistema de competición, con solo un campeón con ascenso directo, es muy exigente...
— Sí, es duro porque hay un premio gordo y luego las eliminatorias son larguísimas e incluso contra rivales de fuera. Pero esto ya lo sabes cuando empiezas. Lo importante es llegar al final con la mejor baraja posible y preparados para competir al máximo.
—Hasta ahora todo va rodado, pero en algún momento llegarán las dificultades. ¿Está preparado el equipo?
—Sabemos que habrá momentos malos. Lo importante es la actitud: que la afición vea un equipo que lo intenta, que representa al club, incluso cuando no le salen las cosas. Si transmitimos eso, nos van a ayudar y nos van a empujar. Lo que queremos es que estén orgullosos del trabajo del equipo.