La paliza de 40 horas y cerca de 2.600 kilómetros de viajes para convertirse en líder

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

El Mariscos Antón Cortegada solventa su doble cita en Cataluña replicando el pleno de victorias en Liga que también luce Maristas

28 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Colíder del Grupo B de la Liga Femenina 2 con las mismas cuatro victorias en cuatro jornadas que luce el Maristas Coruña. Así aparece desde el domingo el Mariscos Antón Cortegada en la clasificación de la competición regular, esa que acaba despejando al final de la temporada la incógnita a base de operar las variables del potencial, el rendimiento y la suerte de cada equipo. Un cálculo en el que los dos últimos elementos están compensando con creces al primero en el caso del conjunto vilagarciano.

Con Horford todavía sin sumar, con tan solo dos entrenamientos encima tras incorporarse al equipo mes y medio tarde y sufrir a mediados de la semana pasada un problema estomacal, el Cortegada se las vio y deseó para solventar con éxito su doble compromiso en tierras catalanas el pasado fin de semana. Con salida a las siete de la mañana del propio sábado desde Vilagarcía al aeropuerto de Santiago, el cuadro arousano cogió un vuelo a Barcelona, desde donde se desplazó a Manresa. Tras comer y regalarse una hora de siesta, a las cinco de la tarde se midió al Manresa CBF, con triunfo visitante por 57-64.

Con poco más de medio día de recuperación, el domingo a las 12.30 le tocó enfrentarse al TGN Basquet de Tarragona, incluyendo hora y media de desplazamiento por carretera desde Manresa, donde pernoctó el Cortegada. La entrega y el vaciado de las ocho jugadoras desplazadas, incluida una Damaris Rodríguez lastrada por la falta de entrenamientos por la concatenación de una lesión muscular y un proceso alérgico, apuntalados por el trabajo de pizarra de Manu Santos, dieron lugar a otra celebración: 54-58. Una segunda alegría que mitigó el castigo de los casi 2.600 kilómetros de viajes con final a las once de la noche del domingo, con la corta expedición del Cortegada de vuelta en casa solo 40 horas después de haber iniciado tan provechoso como castigador desplazamiento de equipo con recursos limitados.

Santos elogia las actuaciones de sus pupilas frente a dos rivales que se ajustaron a la tipología de colectivos peleones y de defensas intensas, exigiendo en todo momento la máxima intensidad física ante la mayor permisividad arbitral con los contactos en ambos aros que, describe, resulta habitual en Cataluña, : «La clave —de las dos victorias— estuvo en el coco de las chicas, en creer, en su consistencia y su competitividad, dando siempre un poco más».

Sobre el coliderato, el entrenador vilagarciano reduce su valor a anécdota, pero no así su impacto en el equipo: «Ayuda a la confianza de las jugadoras». Con Horford y Damaris aparentemente ya recuperadas de sus problemas, Manu Santos confía en disponer este sábado, frente al Barakaldo, de toda su plantilla al completo por primera vez en la temporada.