Empresas del sector pesquero diversifican la actividad para mejorar sus resultados

T. L.

BARBANZA

Los armadores se quejan de que los carburantes se llevan una parte importante de sus ganancias

01 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Empresas armadoras de Barbanza ya destinan una parte importante de sus ingresos a potenciar sus inversiones en el ámbito de la manufactura ante las fuertes fluctuaciones, muchas veces a la baja, que experimenta el precio del pescado en la lonja. «No queda otro remedio que intentar diversificar la producción si no se quiere depender de las capturas», comenta Francisco Rama, director financiero de la firma ribeirense Vidal Armadores. Según él «la compañía ya opera en varias actividades relacionadas con el mundo pesquero, con el objetivo de crear un mayor valor añadido a lo que se extrae del mar».

Esta opinión es compartida por otros profesionales de la comarca. «El futuro ya no está en salir a faenar. Eso estaba bien hace veinte años, pero en la actualidad hay que ofrecer algo más al cliente porque no se puede depender de los márgenes que se obtienen en las rulas, ya que estos son cada vez más pequeños», apuntó José Ramón Martínez, gerente de Martínez Pardavila. Al igual que otros empresarios del ramo, el ribeirense espera iniciar los trámites para montar una división de procesados de pescado, «aunque este tipo de iniciativas lleva tiempo gestionarlas. Estamos hablando de unos costes iniciales muy fuertes, en un momento en el que los tipos de interés son elevados, y a los que hay que añadirles la fuerte competencia existente en el sector de la manufactura».

Facturación

Los ingresos de las 19 principales empresas del sector de la zona crecieron un 11,5% en el 2005, según los datos facilitados por el informe Ardán, el estudio anual elaborado por el Consorcio de la Zona Franca de Vigo. Así, la facturación registrada ese año ascendió a 40,5 millones de euros, frente a los 36,8 del ejercicio anterior. Sin embargo, el valor añadido neto -variable que sirve para cuantificar los beneficios, una vez deducidos los impuestos y las amortizaciones- aumentó un 1,64% en ese período, hasta el 3,74%. Es decir, las empresas del sector facturan cada vez más, pero eso no se ve reflejado en sus cuentas de resultados.

Los profesionales reparten las culpas entre el encarecimiento del precio del carburante y el excesivo número de intermediarios existentes desde que se echa la red al mar hasta que el producto final llega a los supermercados. Desde el 2003, el precio del carburante pasó de 0,221 euros el litro de gasoil, hasta los 0,60 que se abonan en la actualidad. Es decir, el triple en solo cinco años.

Diferencial

También los mayoristas se llevan una parte importante de las críticas del sector pesquero. Según ellos, el diferencial de precios entre lo que abona un consumidor en la plaza de abastos o una pescadería cuadriplica o quintuplica, el importe percibido por el armador en la lonja.

Nito González es gerente de Mariscos Sálvora, firma que el Ardán incluye dentro del ámbito extractivo barbanzano. Según él, «la sobreexplotación y los intermediarios se llevan una parte importante de nuestros ingresos». El ejemplo expuesto es el siguiente: «Por cada kilo de mejillón ingresamos, por término medio, 1,15 euros. ¿Sabe a cuánto se vende en una plaza de la comarca de Barbanza? En torno a los dos euros».

Y añadió: «Este importe se dispara entre los 3 y los 3,5 euros el kilo si hablamos de Mercamadrid, Mercabarna o Mercavalencia».

El gerente de Mariscos Sálvora justificó la decisión de que la firma boirense se adentrara en el ámbito de la transformación al decir: «Por ese kilo de mejillón por el que obtengo 1,15 euros recién sacado de la batea, lo puedo vender a 2,80 si lo limpio, lo preparo, o cocino y lo envaso convenientemente», señaló.