Un paciente apuñala a un enfermero en el servicio de urgencias del Chuac

A CORUÑA

Entrada del servicio de Urgencias de adultos en el Hospital A Coruña (Chuac)
Entrada del servicio de Urgencias de adultos en el Hospital A Coruña (Chuac) MARCOS MÍGUEZ

El sanitario tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, pero está fuera de peligro y evoluciona favorablemente. Uno de los guardias de seguridad que intervinieron para repeler el ataque acabó con un corte en la cara que necesitó de varios puntos de sutura

03 feb 2025 . Actualizado a las 19:18 h.

Un enfermero recibió varias puñaladas en el Chuac, al menos una de ellas en el abdomen, por parte de un paciente que acudió a primera hora de la tarde de este lunes a Urgencias. El herido tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, si bien está fuera de peligro y evoluciona favorablemente, mientras que uno de los guardias de seguridad que intervino para repeler el ataque acabó con un corte en la cara que necesitó varios puntos de sutura. La agresión provocó una gran consternación entre el personal sanitario y la dirección del hospital, que acudió al lugar de los hechos de inmediato para interesarse por su compañero y evidenciar la problemática de la seguridad en los centros médicos. Sobre todo con los pacientes, como es el caso, con algún tipo de trastorno.

Esta persona se encontraba en la zona de urgencias cuando por motivos que se desconocen sacó una navaja y atacó al enfermero. Rápidamente, los compañeros que estaban cerca acudieron en su ayuda y llamaron a los vigilantes, que redujeron al agresor. Uno de los guardias también recibió un corte por parte del paciente, que había sido trasladado en ambulancia del 061 al Chuac. El hombre se encuentra en el mismo hospital custodiado por la Policía Nacional.

«La violencia contra el personal sanitario es inaceptable y pone en riesgo no solo nuestra seguridad, sino también la calidad de la atención a los pacientes», lamentaron los trabajadores del Chuac en un comunicado hecho público a última hora de la tarde de este lunes. El personal, que mostró su solidaridad con su compañero herido, anunció una concentración de protesta este martes, a las doce del mediodía, en las puertas del servicio de urgencias. Su objetivo, como en ocasiones anteriores, es exigir mayor seguridad y protección para el personal sanitario, la aplicación efectiva de los protocolos contra agresiones, medidas concretas para prevenir estos incidentes, apoyo psicológico y legal para los profesionales afectados y mejores condiciones y recursos para atender a pacientes con enfermedades psiquiátricas o con alteraciones del comportamiento, garantizando un entorno seguro tanto para ellos como para el equipo sanitario. «La violencia no puede ser parte de nuestro día a día», se lamentan.

Este grave incidente es uno de muchos que suceden en los centros médicos, dicen fuentes sanitarias. Por ello exigen espacios seguros para atender a determinados enfermos que sufren algún tipo de trastorno. «Solo así se evitarán estas lamentables y dolorosas situaciones. Porque tanto para evitar que esos pacientes se autolesionen, como para que arremetan contra sanitarios u otros enfermos», aclaran las mismas fuentes. Personal sanitario pone de relieve incluso que en ocasiones conviven en la misma habitación personas con enfermedades mentales con otras que no las padecen y se llegan a vivir situaciones muy complicadas. Denuncian que «existe una sobrecarga en el servicio» y que departamentos como los de urgencias «han de contar con un espacio seguro».

Espray de defensa

La Federación de Trabajadores de Seguridad Privada de la Unión Sindical Obrera (FTSP-USO) también emitió un comunicado lamentando la agresión en la que resultaron heridos el enfermero y el guardia de seguridad y recordaron que llevan años «solicitando mejores medios de defensa para que el personal de seguridad pueda desarrollar de forma segura sus funciones, a la vez que garantizar una mejor protección del personal sanitario y usuarios».

Recuerdan que el propio jefe de seguridad del centro hospitalario «negó la dotación de espray o gel de defensa a los vigilantes». «Esta dotación había sido solicitada por la representación de los trabajadores como medida efectiva, no letal e idónea para el entorno hospitalario, y que se están utilizando en el complejo hospitalario de Santiago de Compostela», relata el sindicato, que participará en la concentración convocada para este martes.

El Colegio de Enfermería de A Coruña también mostró su más firme condena a lo ocurrido este lunes en el servicio de urgencias y exigió medidas «contundentes e inaplazables» para evitar más sucesos de este tipo. El presidente de la institución colegial, Avelino Castro, recordó que «en el 2023, último año del que se tienen datos oficiales, se produjeron más de 200 agresiones a enfermeras en Galicia, según el Observatorio de Agresiones del Consejo General de Enfermería. En el conjunto de España fueron 2.840 agresiones, un 10 % más que en el 2022. Es decir, en España, cada día se produjo una media de casi ocho agresiones a enfermeras. Es intolerable». 

La agresión física contra profesionales sanitarios en el ejercicio de su función es considerada delito de atentado y puede suponer penas de prisión de 1 a 4 años, incluso superiores si la agresión se realiza con una arma peligrosa y si provoca lesiones graves. 

Avelino Castro añadió que «año tras año aumenta entre las enfermeras la concienciación de la importancia de denunciar todo tipo de agresiones. Ninguna agresión debe quedar sin denunciar. Nuestras compañeras no tienen por qué soportar vejaciones ni agresiones. Con la violencia, tolerancia cero». 

La Policía Nacional tramitó en el 2023 —último año del que se conocen registros— 241 denuncias por agresiones a profesionales sanitarios, de las que 17 se produjeron en Galicia. Se registraron ocho en la provincia de Pontevedra, ocho en la de A Coruña, y una en la de Lugo. En Ourense no hubo ninguna denuncia ante la Policía Nacional por este motivo.

A nivel estatal, las denuncias crecieron un 7 % respecto al 2022 (entonces se contabilizaron 225). Seis de cada diez fueron por amenazas verbales, mientras que los ataques físicos (el 42 %) se redujeron frente al año anterior.

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El colectivo de médicos fue el que más denuncias interpuso, con el 68 % del total, seguidos por enfermeros (el 24 %) y el de técnicos (8 %). Los jueves y los viernes fueron los días de la semana con mayor incidencia de agresiones, concentrándose estas en la franja horaria comprendida entre las 10 y las 12 horas.

Además, el año pasado se detuvo a 60 personas por incidencias ocurridas en el sector sanitario, una cuarta parte fueron familiares del paciente atendido, y el 17 % de los detenidos eran reincidentes.