Noia a través de la poesía de Avilés de Taramancos

BARBANZA

07 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Noia en el corazón y en la mirada. Con ese recuerdo es con el que se van las decenas de asistentes al curso de verano sobre la figura de Avilés de Taramancos que organizó la Universidade de Santiago. Ayer, las obras del escritor noiés cobraron vida en la voz de la profesora Aurora Marco, que mostró a sus alumnos los rincones más especiales de la villa mientras recitaba extractos de la obra del literato.

El madrugón valió la pena. Boa fue el inicio de un recorrido en el que, desde las 9.30 horas, se hizo un pormenorizado repaso a aquellos paisajes que, en palabras del propio Avilés de Taramancos, son «onde está todo o cerne da miña poesía». Y la poesía brotó de los labios de Marco, que dirigió a los asistentes a través de las callejuelas del casco histórico noiés para mostrarles, bajo una lluvia intermitente, los lugares más recónditos que inspiraron al poeta.

La plaza de O Tapal, la Tasca Típica, Santa María a Nova, la casa de cultura o la alameda noiesa fueron algunas de las paradas de esta curiosa procesión, que despertó el interés de los viandantes. Pero el lugar más especial sería, sin duda, el casino, donde un jovencísimo Avilés de Taramancos recitó por primera vez uno de sus poemas, que fue premiado por un jurado que presidía, ni más ni menos, el propio Otero Pedrayo, una de las figuras más importantes de la literatura gallega.

Durante cerca de tres horas, los asistentes escucharon con atención los extractos que la directora del curso iba leyendo despacio, saboreando las sílabas que conforman los geniales escritos. Y hacia mediodía, llegó la última parada. El busto de María Mariño, también literata y también noiesa, fue testigo del final de un recorrido que, a pesar de ser largo, impactó a los participantes. La lectura solo se vio empañada por el montaje de un escenario que varios operarios estaba realizando en la puerta de la casa consistorial.

Clausura

Con el tiempo justo para fumar un cigarro o tomar un café para recuperar fuerzas después de un largo paseo, los participantes en la ruta literaria se apuraron a regresar a la casa de cultura de la villa para asistir a la última ponencia del curso. Xosé Manuel Beiras iba a mostrar la faceta de político y ciudadano de Avilés de Taramancos, compañero de partido del que se erigió en líder del nacionalismo gallego. Precisamente, el escritor ejerció en la villa que le vio nacer como concejal de Cultura entre 1987 y 1991.

La secretaria del curso, Concha Allut, comentaba que seguramente la última sería una de las conferencias con mayor índice de asistencia. Mientras, comenzaban a llegar a la casa de cultura de Noia los que no querían perderse lo que Beiras tenía que contarles.

Ahora que el salón donde se desarrolló el curso de verano está de nuevo vacío, los participantes han descubierto -de manos de expertos o de la propia familia del autor noiés- que más allá del escritor, en la figura de Avilés de Taramancos se puede encontrar a un padre, un marido, un político o un ciudadano comprometido con su pueblo. Y, sobre todo, los que se llevan un crédito de libre configuración bajo el brazo han repasado los años más oscuros de la historia reciente de España a través de la mirada de un hombre que, cuando el dictador accedió al poder, tuvo que abandonar los paisajes que tanto le inspiraban para exiliarse a Colombia, donde residió durante casi dos décadas.