Carteles para perderse en la autovía barbanzana

M. Hermida / M. Gómez

BARBANZA

Señales nuevas, viejas y de obras vuelven loco al conductor en el acceso a Barbanza

16 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Recorrer el acceso provisional, o autovía a medio camino, que lleva de Ribeira a Padrón fijándose bien en los carteles que hay a orillas del vial le puede provocar un mareo considerable. Los hay amarillos, verdes, azules, blancos y de variopintas formas y tamaños. Y, no, no es que uno de los diseñadores que estos días se lucen en la pasarela Cibeles la haya tomado con la cartelería, sino que en la carretera conviven los letreros de la vieja vía rápida, los que indican que se trata de un vial en obras y los que señalan que se viaja ya por una autovía -que, por cierto, Política Territorial se apuró a poner aunque la infraestructura esté todavía a medio acabar-.

Quizás, por su tono chillón, los que más llaman la atención son los amarillos. En este caso, su mensaje está bastante claro: indican que el conductor no debe bajar el acelerador demasiado porque en cualquier momento puede toparse con maquinaria de obra y operarios.

Sin coches de frente

Sin embargo, las dudas empiezan a aparecer cuando, en vez de amarillos, en la carretera se combinan los letreros azules y verdes. ¿Se trata de una autovía, como dicen los nuevos letreros de tonos azulados, o de una vía rápida, como indican viejos y verdosos? Al forastero le entran sus dudas y pobre de aquel que, dejándose llevar por los carteles que rezan Autovía do Barbanza, crea que hay cuatro carriles y que, por lo tanto, no vienen coches de frente.

Igualmente, el hecho de que se hayan plantado esos letreros hizo que algún conductor despistado invadiese la zona en obras. Basta recordar que, incluso, y según él dijo por falta de señalización adecuada, el conductor de un autobús cargado de niños viajó de Padrón a Rianxo por la zona de la autovía que está cerrada al tráfico.

Además, las confusiones no se quedan ahí. La Xunta también puso carteles en los enlaces. De hecho, al acercarse a cada conexión, y como sucede en todas las vías de alta capacidad, aparecen varios indicativos que le dicen al conductor los metros que le quedan para tomar la salida. Hasta ahí, todo correcto. El problema es que, la semana pasada, esos carteles reinaban, por ejemplo, en el enlace de Taragoña pese a que este punto estaba cerrado al tráfico. Dadas estas circunstancias, a media mañana fueron al menos tres los turismos que se colaron por el sitio donde estaba prohibido circular.

Quejas de los usuarios

Siguiendo con el zafarrancho de la cartelería, no son uno ni dos los conductores que se quejan de que, ya que se están cerrando intermitentemente los enlaces para proceder al asfaltado, no se pongan carteles bien visibles con los cortes. Ayer, por ejemplo, la entrada en Catoira estaba clausurada. Sin embargo, los conductores no tenían oportunidad de enterarse de este asunto hasta que llegaban a la conexión. «¿E logo por que non poñedes isto máis lonxe, que aos que vimos de Pontevedra ou Vilagarcía nos aforrades uns quilómetros?», le preguntaba el conductor de un camión a un obrero a primera hora de la mañana.

Precisamente, en la zona de Catoira está la guinda del pastel de la cartelería. La Diputación de Pontevedra plantó señales con su escudo en los que indica el camino a Ribeira desde el puente que cruza la ría. Sin embargo, en todos ellos se habla de una vía rápida.