El rechazo al proyecto de la AC-305 une a políticos y vecinos de A Pobra

BARBANZA

Partidos y residentes dicen que en los nuevos planos no se plasman los cambios prometidos por la Xunta de Galicia

28 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Dicen que la historia siempre se repite. Y en A Pobra la frase va camino de ser cierta. Hace meses, los vecinos y la corporación se unieron porque ni unos ni otros comulgaban con el proyecto previsto para remodelar la carretera comarcal, la AC-305, desde O Campiño hasta el río Pedras. Hubo numerosas reuniones y, al final, la consellería se comprometió a hacer cambios. Ahora, la Xunta ha enviado los nuevos planos. Y estos han caído como un jarro de agua fría a la corporación y a los afectados. Ayer, sin fisuras, PP, BNG, PSOE y residentes indicaron que la consellería les engañó y cifraron las correcciones con respecto al anterior proyecto en poco más de un anémico 1%.

A media mañana de ayer, una decena de vecinos se plantaron en la casa consistorial. Estaba previsto que se celebrase una reunión de los portavoces municipales con dos o tres representantes de los afectados por las expropiaciones que se pretenden llevar a cabo. Por lo tanto, no sin quejas de por medio, ocho residentes tuvieron que quedarse esperando en el salón de plenos a que los representantes de PP, BNG y PSOE y los líderes vecinales analizasen los distintos planos. Mientras la reunión se celebraba, los que se quedaron fuera no escatimaron dureza y rabia en sus palabras.

Dijeron que se sienten víctimas «dun capricho da Xunta» e insistieron en que ellos, que llevan toda su vida residiendo a orillas de la AC-305, no tienen constancia de esos accidentes y atropellos de los que habla Política Territorial como causa para remodelar la carretera. Luego, contaron sus propias historias. Explicaban que la actuación se lleva por delante sus huertas, los cierres de sus casas y, en algunos casos, les deja los hogares a un palmo del vial. «Van facer unhas rotondas tan grandes que non as hai nin en Madrid e poñen un carril de autobús. Que gasten eses cartos onde fagan falta, e aquí que nos deixen estar tranquilos», decían.

El momento de mayor tensión se vivió cuando los portavoces, municipales y vecinales, terminaron el encuentro. Primero, quienes se quedaron a las puertas de la reunión les echaron en cara que hablasen «sen deixar participar». Pero, luego, todos hicieron piña.

Reunión con el subdirector

El alcalde explicó que las modificaciones que imprimió Política Territorial al proyecto son mínimas, de un 1 o 2%. Que continúan las rotondas de grandes dimensiones, el carril para autobuses y «outras incongruencias» que ni gobierno ni oposición entienden. Ni PSOE ni BNG le quitaron la razón. De hecho, el nacionalista Manel Casal redundó en lo dicho por el regidor y sentenció: «Nada do que se prometeu está recollido». Por este motivo, anunciaron que se va a solicitar una reunión con el subdirector de Estradas para pedirle explicaciones.

Lo más duro fue oír las palabras de los portavoces vecinales al término de la reunión con los políticos. Ellos estaban mucho más desesperanzados. Manuel Durán y Juan José Lampón dijeron: «Non temos alternativa. A Xunta enganounos. Fomos pola vía do diálogo e fallounos. Non queremos reunirnos con ninguén máis». Así acabó la mañana. Con los ánimos muy caldeados. Y la moral muy baja.