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La empanada de berberechos de Noia ya es bocado de lujo, y no solo por su sabor

María Hermida
maría hermida RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El afamado restaurante Alborés vende la célebre vianda a 80 euros mientras que el Senra ofrece la ración a 6 euros

11 oct 2014 . Actualizado a las 09:20 h.

Dicen algunos, o más bien muchos, que con todo lo que ha pasado en España con la crisis a este país ya no lo reconoce nadie. Pues con el berberecho en general y con el de Noia en particular ha ocurrido exactamente lo mismo: ¡Quién le ha visto y quién le ve!. Este bivalvo siempre fue el hermano pobre de los mariscos gallegos, sobre todo en Noia, donde, como recordaba ayer una vecina, «andaba tirado».

Son muchos los noieses que recuerdan que, en época de estrecheces, lo único que abundaba en los platos era, precisamente, esta especie. «En Noia comíase tres días á semana, e en moitos casos de berberecho», recordaba Vitolo Bello, perteneciente a una saga de panaderos y responsable del restaurante Alborés. Pero las cosas han dado un giro de 180 grados. El bivalvo, que ha desaparecido de algunos bancos marisqueros gallegos, se cotiza a lo grande. Anteayer llegó a los 23 euros por kilo en la lonja. Así que cocinar con él ya es un lujo.

Aunque la tradición de la empanada de berberechos fue a menos conforme la especie fue aumentando de precio, en algunos bares de Noia sigue siendo sagrado ofrecerla. En el Alborés estos días se hicieron varias por encargo. ¿A cómo se vendieron? Prepárense que vienen curvas. Vitolo Bello cuenta que las cobra a 80 euros porque de lo contrario perdería dinero.

En otro local, el Senra, donde también despachan este manjar, las raciones se venden a un precio de 6 euros. Ahí es nada.

¿Cuántos kilos se necesitan?

En las casas noiesas, por lo que parece, no se tira mucho del berberecho estos días, a la espera de que la especie se amolde un poco más a los bolsillos. Lo contaba ayer Xena Ageitos, hija de la empanadera mayor de Noia, la fallecida Angelita Salgueiro. Y es que, si uno se propone estos días a hacer una empanada como las que salían de las manos de esta conocida y premiada vecina, que incluso tuvo un encargo para el rey Juan Carlos I, puede preparar la billetera.

Tal y como contaba Xena, ella «que era muy abundante», le echaba unos cinco kilos de berberecho de Noia. Teniendo en cuenta que la especie está teniendo un precio medio de diez euros en la rula, los números se disparan. Menos mal que, a berberecho con el precio revuelto, ganancia de pescadores. Y eso, en Noia, es sinónimo de euforia. Porque son más de 1.500 las familias que viven del bivalvo.