Noia: gente, entorno y EVA 10

Juan López Oviedo

BARBANZA

22 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado mes pudimos ver en el Liceo de Noia , una exposición gráfica sobre el EVA 10, su historia y su vinculación con toda la comarca y sobre todo su incidencia en Noia. En el acto inaugural vinieron a mi memoria recuerdos y vivencias. Recuerdo con anterioridad al 80, en el Hotel Ceboleiro entraban y salían unos americanos grandes, blancos y de color que suscitaron todo tipo de preguntas... ¿Se estaba montando en el Iroite una base de misiles, o algo secreto?.

Pasan los días y el talante pacifista de los mismos y la rutina nos desentienden de tan importante asunto, al saber que la cosa iba de comunicaciones o algo parecido. Más tarde, aparece un pequeño contingente para la puesta en marcha del sistema y del destacamento y, entre ellos, nuestro amigo Prego. Se conforma el destacamento y aparecen el teniente coronel Planelles, oficiales, técnicos y tropa. Se crean puestos de trabajo para gente de la zona y con los militares vienen los técnicos y, entre ellos, Pedro Martínez, fallecido recientemente, que llegaba desde Alicante, desde el mar y del cual no quería perder contacto pues su hijo navegaba en optimist, y entra en contacto con el Club Náutico Deportivo de Noia, recientemente constituido y nacido en el seno del Liceo .

El talante noiés asoma y viendo la cantidad de familias que vienen, decidimos darles una bienvenida con una merienda en nuestro, entonces, modesto club. A lo largo de la misma fuimos intercambiando impresiones sobre anteriores destinos, familia, colegios... y todos se interesaban por Noia, su vida social, su ocio. Lógicamente yo me despaché a gusto: «Tenéis que conocer el pueblo y su historia, su interesante casco antiguo, sus iglesias, casonas, cementerio con su inigualable colección de lápidas y para el ocio, el Liceo, que tiene y tenía ya entonces cantidad de actividades deportivas y sociales». Y así fue transcurriendo la velada entre sus expectativas y nuestro afán de que se encontraran a gusto en Noia.

Diez años después se marcha una parte del contingente a nuevos destinos y en encuentro casual, un grupo de esposas de los destinados se despiden de mí. Querían agradecerme sobremanera aquellos consejos sobre Noia y su entorno: «No sabes, Juancho, lo que hemos disfrutado con los paseos, con las gentes, con todo aquello que tú nos ensalzabas y que era verdad».

Yo nunca lo dudé, porque así es, si bien cabe reconocer y constatar que de unos bastantes años aquí, parte de todo ello se ha ido marchitando, abandonando, dejado de la mano de los noieses y sus gobernantes, pero el que tiene, retiene y retenemos nuestro talante y el EVA 10, es decir no se deterioró todo.

Juan López Oviedo (Noia)