El delegado de la Xunta, Ovidio Rodeiro, participó en los actos
03 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque la celebración del Corpus y sus tapices florales ya ha tenido lugar en algunas localidades de la comarca como Rianxo, Noia, Boiro, Muros, A Pobra y Outes; los ribeirenses aguardaban impacientes por una de las festividades religiosas más concurridas y esperadas de todas. Se trata de la del Santísimo Sacramento de la parroquia de Palmeira, que ayer volvió a cubrir sus calles con mantos conformados a base de pétalos de flores y sales tintadas de vivos colores.
La expectación que genera esta cita anual es tal que siempre suele contar con la participación de alguna personalidad en representación de la Administración. En esta edición no se rompió esta tradición institucional y el delegado territorial de la Xunta en A Coruña, Ovidio Rodeiro, estuvo presente. A este le acompañaron representantes de la corporación municipal, así como el alcalde Manuel Ruiz y el senador José Luis Torres Colomer. La banda de música de la Brilat tampoco falló esta vez.
Labor encomiable
Como cada año, todo el trabajo y esfuerzo del altruista e incansable equipo que conforman las vecinas y vecinos implicados en la elaboración de las alfombras florales no cayó en saco roto. Durante días habían estado ocupados poniendo a punto los preparativos para que calles como las de Cruceiro de Cruces, Espiño y Cambra, o zonas como la del puerto, lucieran sus detallistas dibujos y motivos naturales.
El objetivo de esta ardua tarea no era otro que el de disponer del mejor escenario posible para la celebración del tradicional oficio, una misa que tuvo lugar a las siete de la tarde en la iglesia parroquial, y que estuvo seguida de la multitudinaria procesión que recorrió la efímera senda de flores sembrada por las pétreas calles palmeirenses.