Javier Hermo Lijó: El pintor que cambió lienzos por palés

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Reproduce conocidos rostros sobre las plataformas realizadas con madera

23 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

De un tiempo a esta parte, los palés de madera que tan vinculados están en Barbanza a sectores como el pesquero, han cobrado valor en el ámbito de la decoración. Mesas, sofás, maceteros, bancos, botelleros y estanterías cobran forma con la colocación estratégica de las plataformas realizadas con tablas de madera. Pero el pobrense Javier Hermo Lijó se ha atrevido a darle un nuevo uso a estas piezas. Las ha convertido en originales cuadros para plasmar en ellos su arte. Como motivos ha elegido rostros de conocidos personajes. Los bustos de Marilyn Monroe, Bono, Elvis Presley, Jimi Hendrix, Morgan Freeman y de los nueve integrantes de The Rolling Stones han guiado las pinceladas del creador. Algunos en color y otros en tonos oscuros conforman Lendas, la exposición que puede verse en la casa de cultura Raquel Soler.

Aunque la afición por la pintura despertó en este pobrense cuando era un crío, hasta hace poco más de dos años no se metió de lleno en faena: «Quedei sen traballo e foi cando lle dediquei máis tempo a isto, a perfeccionar a técnica e a ir corrixindo erros». Siempre, por cuestiones económicas, buscó materiales que resultaran más económicos que el tradicional lienzo y, tras probar con soportes como la teja, encontró los palés de madera: «Primeiro conseguíaos gratis nunha ferraxería e logo atopei onde adquirilos por 3 euros. O certo é que non me podo ir a algo máis caro».

Probó con estas plataformas de forma casual y, satisfecho con el resultado, Javier Hermo incluso buscó perfeccionar sus obras: «A algúns púxenlles un cristal por riba, co que o debuxo resalta moito máis, pensando sobre todo na decoración de locais hostaleiros e de tendas». El pobrense reconoce que algún personaje se le atravesó más de lo esperado: «Os rostros que me resultaron máis complicados foron os de Jimi Hendrix e James Dean. Hai que ter en conta que este material non é doado de traballar e require un longo proceso, que empeza retirando puntas, lixando e aplicando un líquido para tapar os poros».

Largo proceso de elaboración

A ese complicado proceso previo al inicio de la actividad artística en sí, hay que añadir las dilatadas fases posteriores, que vienen dadas por el estilo creativo elegido por Javier Hermo para la mayor parte de sus obras, a las que da forma montando un auténtico puzle de colores: «O problema é que hai que deixar secar moi ben unha cor para empezar coa seguinte e, ás veces, hai que aplicar varias capas. A iso hai que engadirlle a humidade desta época do ano e as poucas horas que hai de luz natural, que é cando a min me gustar pintar».

Aunque la colección expuesta bajo el título Lendas en la casa de cultura pobrense ha despertado muy buenas críticas, vender las obras es otra historia: «Está moi difícil. Ao público gústanlle os cadros, ou iso é o que din, pero vender arte non é doado nos tempos que corren». Sin embargo, él no se plantea tirar la toalla y asegura que, aunque encuentre trabajo en breve, continuará alimentando su afición a la pintura: «Sei que disto non se vive, pero doume por contento se comprobo que á xente lle gustan as miñas obras, con iso estarei máis que pagado». Su objetivo es, de hecho, mostrar los cuadros, ponerlos a disposición del gran público.

A la hora de enfrentarse a un palé en blanco, Javier Hermo se deja inspirar por personajes famosos, aunque reconoce que con alguno no se ha atrevido: «O meu gran ídolo é Rosendo Mercado, pero ten unha cara complicada. Recoñezo que é a miña espiña cravada, pero quen sabe o que ocorrerá no futuro. Non me rindo facilmente». Lo que sí descarta, por lo menos de momento, es hacer retratos de personas de su entorno: «Nunca probei, pero véxoo complicado».