Caminar con un carrito de bebé es casi imposible en algunas calles de la comarca barbanzana debido a su estrechez
16 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Solo los gatos caminan holgadamente por algunas aceras de la comarca. Los pasos de diversas vías son solo aptos para funambulistas, y la seguridad de los peatones se ve comprometida. Ocurre en muchos puntos de las zonas rurales, pero también en pleno de centro de la capital barbanzana, concretamente en la calle Lepanto, que permite acceder al corazón de la ciudad. Los vecinos denunciaron la situación hace años, aunque si se mantiene el tráfico rodado el problema tiene difícil solución. Así se explica desde el Concello, que recuerda las actuaciones que sí se hicieron para instalar una red separativa de pluviales y fecales, o para la canalización de gas, entre otras.
La estrechez de las aceras también limita el paso de los viandantes en la calle de A Paz de A Pobra, donde maniobrar con un carrito de bebé o con una silla de ruedas se vuelve especialmente complicado. Lo mismo ocurre en algunos puntos de Gasset, aún teniendo en cuenta que se trata de la vía principal de la localidad y donde se emplaza la casa consistorial. En ambas áreas se llegaron a instalar bolardos hace años, pero se retiraron porque aún quitaban más espacio a estos pasos peatonales.
Un lado bien y otro mal
También es frecuente que en algunas calles las aceras de un lado tengan el tamaño adecuado. mientras que en el otro es necesario caminar de canto. Ocurre en la carretera de Santa Cristina, en el municipio noiés. La que une Boiro y Noia también obliga a los peatones a extremar las precauciones.