El colapso de las áreas de Intervención lastra la redacción de los presupuestos

Ana Lorenzo Fernández
a. lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MATALOBOS

Solo los concellos de Boiro, Outes y Porto do Son confían en aprobarlos en diciembre

14 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando se entra en la recta final del año, muchos concellos ya se encuentran inmersos en la elaboración de las cuentas para el próximo ejercicio, una redacción que en algunos ayuntamientos se está alargando más de lo debido, y la causa está en el colapso que sufren los servicios de intervención municipal. Uno de los motivos que explica esta situación viene derivada de los requisitos que impone la nueva ley de contratación, que ha incrementado considerablemente el trabajo que realizan estos funcionarios.

El alcalde boirense, Juan José Dieste, destacó que ahora cualquier proceso para licitar una actuación se puede demorar en el tiempo hasta tres meses, puesto que hay que revisar más documentación y, si antes se presentaban una media de cinco o seis empresas a un concurso, ahora la media no baja de 15, con el trabajo de tramitación y comprobación de expedientes que esto supone. La consecuencia directa es que si se tarda en adjudicar una obra, o finalmente no se hace, baja el nivel de ejecución de los presupuestos, lo que afecta directamente a la regla de gasto y condiciona la partida de inversiones para el próximo ejercicio.

A pesar de todos estos contratiempos derivados de la ley de contratación pública, el mandatario boirense confía «en que las cuentas estarán listas para poder llevarlas al pleno de diciembre». En Porto do Son también están ultimando la elaboración del documento contable, y su previsión pasa porque esté aprobado antes de que finalice este ejercicio. De hecho, el regidor sonense, Luis Oujo, afirmó que es una prioridad, tanto para él como para los técnicos de Intervención, aunque reconoció que han visto aumentado considerablemente su volumen de trabajo debido a la nueva normativa. A este problema, el mandatario añade otro escollo para poder concretar el plan económico: que tampoco están aprobados los presupuestos del Estado. «Temos o documento bastante pechado, pero estamos condicionados por esas partidas do Goberno das que descoñecemos a súa contía. Nós estamos traballando sobre estimacións, e logo se hai que modificar algo, pois cámbiase», apuntó el regidor, que dijo que para él es importantísimo poder trabajar teniendo las cuentas aprobadas.

Esta opinión también es compartida por su homóloga de Outes, Beatriz Molinos, que afirmó que este año llevan un poco de retraso en la elaboración del documento presupuestario, aunque confía «en aprobalo no pleno de decembro e entraría en vigor a mediados de xaneiro, ou case xa en febreiro».

Búsqueda de consenso

Febrero y marzo son las fechas que baraja el alcalde de Rianxo, Adolfo Muíños, para presentar las cuentas del 2019, ya que su intención es volver a intentar consensuar el documento con el mayor número de grupos.

En Lousame, la falta de secretaria-interventora ha condicionado la preparación de las cuentas durante los últimos dos años, pero con la reciente incorporación de una funcionaria a este departamento la alcaldesa, Teresa Villaverde, espera poder volver a tenerlas listas «en tempo e forma». La regidora afirmó que «levamos a cabo o que orzamentamos, polo que mantemos o nivel de execución e non prexudicamos a regra do gasto».

El problema en el caso de Noia radica en la falta de personal existente en distintos departamentos, lo que impide iniciar los trámites para elaborar las cuentas. El Concello aprobó en septiembre una oferta pública para cubrir las vacantes.