Jorge González: «Estoy en mi mejor estado de forma de siempre»

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro SEVILLA RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El ribeirense, que acabó cuarto en la Copa de Europa júnior, comenzó a trabajar este año con Javier Gómez Noya

10 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Jorge González (Ribeira, 2001) ya no es el joven talento que empezaba a despuntar en A Fieiteira. A sus 19 años ha dado un salto al frente. Seguro de sí mismo, quiere seguir creciendo en el mundo del triatlón. El último paso lo dio en la Copa de Europa, donde finalizó cuarto, a un suspiro del podio. ¿Haber empezado a entrenar este año con Javier Gómez Noya, cinco veces campeón mundial, tendrá algo que ver?

-¿Cómo llegó a entrenar con uno de los mejores triatletas del planeta?

-Este año, en Pontevedra me tocó pasar del equipo de tecnificación al de competición. En ese grupo está Javi Gómez Noya, aunque también Pablo Dapena, que fue campeón del mundo el año pasado, y hay muchos medallistas internacionales. Antes del confinamiento estuvimos en Lanzarote para preparar las competiciones. Al volver trabajamos en Pontevedra. Compartimos muchos entrenamientos juntos.

-El sueño de todo triatleta.

-Es un referente. Nos fijamos mucho en lo qué hace y cómo lo hace. Se porta muy bien con nosotros. Es nuestro ídolo, pero es uno más en el grupo. No lo tratan diferente por ser quién es.

-¿Qué se aprende de él?

-Es capaz de rendir cada día, no tiene un día malo. Si está cansado no sé como se las arregla pero es capaz de sacar el entreno. Puede tener molestias, pero come muy bien, se trata con el fisio y al final del día no tiene problemas para entrenar al 100 %.

-¿Cómo es su realidad dentro de un grupo de esa categoría?

-Soy el más joven del grupo y los entrenamientos cambiaron bastante. Entreno un poco más. Intento fijarme en todo. Al final son los mejores y de cada uno siempre voy cogiendo algo. He mejorado mucho este año.

-Lo demostró en la Copa de Europa de la pasada semana.

-Había competido en el Campeonato de España hace dos semanas, pero no me fue muy bien. En la Copa me encontré mejor. Al salir del agua nos escapamos cinco personas. En la bicicleta fuimos a relevos, pero en la transición no me entraba la rueda y salí un poco descolgado de los otros cuatro. Fui recuperando, me puse tercero, pero al final llegó el cuarto conmigo al sprint y me pasó...

-¿Hay detalles que no se puede controlar?

-Tienes que ser hábil a la hora de hacer la transición, de ponerte las zapatillas... Quise jugar la carta del sprint, que soy bastante bueno, pero me ganó. No era la carta ganadora [ríe].

-Seguro que otra vez funcionará. ¿Qué tal llevó el confinamiento?

-Tengo rodillo y fui trabajando todos los días, pero sin presión. También hice algo de gimnasio. No es lo que más me gusta y lo dejé bastante de lado. Echaba algunas carreras con los amigos a través de una aplicación. Así pasábamos el tiempo.

-Están acostumbrados a hacer cientos de kilómetros al mes en bicicleta, nadando y corriendo.

-Fue duro, pero me valió como desconexión. También las redes para no obsesionarme con el tema. Todo se pasó rápido, pero hubo algún momento que quería salir a la carretera. El primer día que nos dejaron hacerlo, a las seis de la mañana ya estaba en la carretera. ¡Y estaba lloviendo!

-Se comió el asfalto.

-Recorrí todo Ribeira, todas las carreteras que pude. Hice unos 70 o 80 kilómetros.

-Me lo encontré varios días corriendo por Coroso.

-Sí, cuando no estoy en Pontevedra salgo a San Alberto, al Vilar, a Coroso... La zona de Barbanza la tengo bastante explorada [ríe].

-¿Y su ruta favorita cuál es?

-Me gusta mucho subir hasta San Alberto, a la capilla con las vistas. También subo bastante en bicicleta por la Curota.

-¿Cuál es su plan para este año?

-Ahora mismo estoy en mi mejor estado de forma de siempre. Pero la verdad es que vamos poco a poco. Porque salen carreras y a los cuatro días igual las cancelan. Por ahora no tenemos nada en mente, vamos a ver si más hacia adelante.

-Está todo en pausa.

-Está todo en el aire. De hecho aún no sé como salió la Copa de Europa. Los campeonatos importantes están todos aplazados. Al haber restricciones a la hora de viajar, es todo muy complicado.

-¿Cuándo vuelve a Pontevedra?

-Por ahora sigo en Ribeira. La residencia está cerrada. Tienen que salir las listas de admitidos y estoy pendiente porque plazas para mayores de edad solo hay siete. Igual me toca coger un piso.

-Tampoco está mal. ¿Empieza la universidad este año?

-Tiene sus pros y sus contras. Voy a empezar Ciencias del Deporte en una semana. Tengo ganas. Es algo que siempre me llamó la atención. Nunca lo tuve claro, pero al final pensé que si había un lugar donde me gustaría estar era en este.

-La carrera está directamente relacionada con su día a día.

-La verdad que sí, al 100 %.

-Mirando hacia un futuro un poco más lejano. Ya sin covid... ¿Dónde se ve?

-Me gustaría consolidarme a nivel internacional. Ir poco a poco, no tengo ningún plan. Prefiero hacerlo así que ponerme un objetivo muy complicado, no conseguirlo y desmotivarme.

-Lo importante no son las metas que nos marcamos, sino los métodos que elegimos para lograrlas.

-Sí, y yo lo que quiero es trabajar e ir creciendo. Al final tienes una lesión y no depende de ti y pierdes tu objetivo. Alcanzar una meta depende de muchas cosas.