La maraña burocrática complica la recuperación del patrimonio de Barbanza

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

El lío de competencias provoca que actuaciones urgentes acaben eternizándose

25 jun 2021 . Actualizado a las 15:17 h.

Cualquiera que se las haya tenido que ver con la burocracia para ejecutar una obra o solventar algún trámite sabrá que los plazos pueden eternizarse, para desesperación de los afectados. Pero si en esa maraña de papeleo y autorizaciones intervienen varias Administraciones, la cosa se complica sobremanera, y eso es lo que ocurre con cualquier actuación que afecte a un bien patrimonial. La consecuencia más inmediata es que las iniciativas para proteger los tesoros que salpican Barbanza se encuentran con muchas piedras en el camino para salir adelante y, a veces, llegan demasiado tarde.

Han pasado años desde que se habla de la protección del barrio de Os Cataláns de A Pobra, en el que el Concello ponía todo su empeño, pero que no encuentra respuesta en Costas, titular de las naves. Y es que cuando es un departamento estatal el que tiene la última palabra los trámites suelen demorarse irremediablemente. En Porto do Son, el Ayuntamiento ya ha adjudicado los trabajos de conservación y mantenimiento del castro de Baroña, pero la obra todavía no tiene fecha de inicio dado que es preciso obtener las autorizaciones pertinentes de otras Administraciones, y eso desespera a los implicados en el proyecto.

El arqueólogo Tito Concheiro, encargado de acometer la actuación en cuanto reciba luz verde, lo tiene claro: «Baroña non pode estar escravo de cinco ou seis departamentos diferentes para conseguir unha autorización. O Concello é responsable do mantemento e loita pola súa conservación, pero Costas é o titular». En su opinión, esta situación habría que corregirla: «O ideal sería cederlle a titularidade ao Concello. Coas limitacións da declaración BIC e o plan especial está ben protexido e hai que axilizar os trámites».

Las diferencias de criterio con Patrimonio retrasaron la obra que se está ejecutando en el malecón de Gasset de Noia, en la que también intervienen Portos y Costas, pero no es este el único departamento autonómico que tiene que dictaminar las actuaciones que se proyecten en espacios protegidos.

En la sierra

El arqueólogo Víctor Barbeito explica que no son pocas las dificultades para llevar a cabo excavaciones como las que hace unos años permitieron el hallazgo de importantes estructuras en la sierra de Barbanza. En ese caso, también Medio Rural debía informar favorablemente.

A ello se añadía otra dificultad: el índice de riesgo diario de incendios forestales, que limita la circulación de vehículos por la sierra cuando alcanza el nivel máximo, algo bastante usual en verano: «É moi difícil planificar unha intervención dese tipo con eses condicionantes».

Tres ejemplos

MARCOS CREO

Faro de Lariño: de años de abandono a alojamiento

Pronto abrirá sus puertas como alojamiento turístico, pero para llegar a este punto han tenido que pasar varios años en los que el faro de Lariño estuvo sumido en el abandono y el proyecto ha tenido que superar múltiples trámites con participación de distintos organismos públicos. Ya a finales de la década de los 90 el Concello de Carnota solicitó su cesión para darle un uso público, pero siguió cerrado y vacío hasta que en el 2013 se abrió la puerta a la explotación privada de este tipo de instalaciones mediante la iniciativa Puertos de España. Con todo, no se convocó el concurso para su concesión hasta el 2018, y hasta el verano pasado no llegó la autorización del Consejo de Ministros, primero, y de la Autoridad Portuaria, después.

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Las dificultades paralizaron las excavaciones en Neixón

Si para cualquier actuación es necesario poner de acuerdo a distintos departamentos de diferentes Administraciones, para llevar a cabo una intervención en la que además se forma a futuros arqueólogos las variables de la ecuación se multiplican. Esa es una de las razones por las que las excavaciones que tradicionalmente se realizaban en el castro de Neixón mediante campos de trabajo han dejado de realizarse: «Un dos grandes problemas que temos é a dificultade de conseguir todas as autorizacións e ter resoltos todos os trámites e procedementos administrativos a tempo». En esa maraña burocrática entraban desde el propio Concello a distintos departamentos de varias consellerías y la universidad de Santiago.

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Preocupación por el estado del puente medieval de Xuño

Porto do Son tiene un vasto patrimonio arqueológico, y aunque el castro de Baroña es el emblema y la joya de la corona, no es el único elemento que preocupa. También inquieta la situación del puente medieval de Xuño, cuya conservación está comprometida por el lío de competencias para actuar tanto en este elemento como en su entorno. El alcalde, Luis Oujo, explicaba que hay unos árboles que crecieron junto a la estructura y cuyas raíces comprometen su estabilidad: «Hai dous salgueiros que teñen a raíz ao pé mesmo da ponte medieval e iso supón un risco. Para actuar aí necesitamos autorizacións de Patrimonio e tamén de Augas de Galicia. O Concello chega ata onde pode coas limitacións de orzamento e competencias que ten».