Los hogares que viven de la Risga en Barbanza se reducen a cifras de principios de siglo

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Muchos perceptores de la Risga acuden también a entidades como Cáritas de Noia, que está ultimando los detalles para la apertura de su economato, una iniciativa totalmente gratuita con la que buscan «dignificar la caridad» y ajustar la ayuda que prestan a las necesidades de las familias
Muchos perceptores de la Risga acuden también a entidades como Cáritas de Noia, que está ultimando los detalles para la apertura de su economato, una iniciativa totalmente gratuita con la que buscan «dignificar la caridad» y ajustar la ayuda que prestan a las necesidades de las familias MARCOS CREO

La incompatibilidad con el ingreso mínimo vital es la causa del descenso

26 ago 2021 . Actualizado a las 22:12 h.

Además de provocar una crisis sanitaria con pocos precedentes, la pandemia de covid-19 también tiene unas profundas repercusiones económicas que, entre otras muchas consecuencias, ha acarreado el cierre de negocios y la pérdida de empleos que han dejado a muchas personas en una situación delicada. En este contexto, cabría esperar que las solicitudes para percibir ayudas de emergencia social como la renta de integración social (Risga) se disparasen en Barbanza durante el año pasado. Sin embargo, lejos de aumentar, el número de beneficiarios de este tipo de prestaciones se ha reducido hasta situarse en cifras de principios de siglo.

Los datos, publicados por el Instituto Galego de Estatística (IGE) en julio reflejan un descenso del 12 % entre el 2019 y el 2020 -último ejercicio cerrado-, pasando de más de 90 perceptores de la Risga a 79. Es decir, que una docena de familias han dejado de depender de estas ayudas para sobrevivir. Sin embargo, esto no significa que la situación de quienes han dejado de cobrarla haya mejorado sustancialmente en este tiempo. Lo explican desde los departamentos municipales de Servizos Sociais de Barbanza: «Unha porcentaxe moi elevada dos beneficiarios da Risga pasaron a percibir o ingreso mínimo vital, e son incompatibles», explicaban en Outes.

No son los concellos los que tramitan el ingreso mínimo vital, sino que se hace directamente a través de la Seguridad Social, pero parece que la clave del trasvase de beneficiarios no es económica: «Nalgúns casos pode a cantidade que lles asignan sexa un pouco maior, pero a principal diferenza está en que aos perceptores da Risga fáiselles un programa anual de inclusión social e laboral e se non cumpren os obxectivos fixados poden perder a axuda».

Difícil inserción

En Porto do Son hablaban en términos similares. En este municipio la cifra de beneficiarios de la renta de integración social apenas ha variado, pero la bajas suelen estar relacionadas con la percepción de otro tipo de ayudas: «Na maior parte dos casos non soe ser por lograr a inserción laboral. Polo menos aquí, as persoas coa Risga teñen unha serie de condicionantes, como a idade ou problemas de saúde, que dificultan que poidan acceder a un posto de traballo».

Por esta misma razón, en este momento el Concello sonense no participa en el programa de subvenciones para la contratación de beneficiarios de la renta de integración: «Tiñámola solicitada para unha persoa moza, pero cando chegou a resolución aprobada, xa estaba percibindo o ingreso mínimo vital».

Donde sí contarán con nuevos trabajadores a través de esta línea de contratación es en Outes, que esta misma semana desarrolló el proceso para seleccionar a dos peones de servicios múltiples. Por su parte, el Concello de A Pobra también tiene abierto el procedimiento para contar con personal de apoyo al programa de ayuda en el hogar; mientras que a ha Boiro no le fue concedida la subvención.

Tampoco en Muros tienen contratados en este momento a perceptores de la Risga, aunque es de los pocos municipios de la zona en los que se incrementó la cifra de beneficiarios, y lo hizo además de forma notable al pasar de 5 a 13. Con todo, desde Servizos Sociais desvinculan este hecho de la pandemia: «É evidente que o covid tivo impacto porque moita xente, sobre todo que traballaba no sector servizos, tivo que marchar para a casa. Pero esas necesidades fóronse cubrindo con outras axudas, os ERTE ou o ingreso mínimo vital».

 MUNICIPIO BENEFICIARIOS
 Ribeira 21
 Muros 13
 Boiro 11
 Noia 11
 Rianxo 5
 A Pobra 5
 Porto do Son 5
 Outes 5
 Carnota 2
 Lousame 1
 Mazaricos 0

Las entidades benéficas esperan un repunte de la demanda con la llegada del otoño

La Risga es una ayuda destinada a aquellas personas que no tienen ningún tipo de ingresos ni derecho a ninguna otra prestación, y muchas de ellas necesitan un apoyo complementario que encuentran en las entidades benéficas que trabajan en Barbanza y que en este momento apuntan que están en una situación de relativa tranquilidad, pero auguran un repunte de la demanda de ayuda de cara al inicio del otoño.

Es el caso de Cáritas de Noia, cuyo presidente explicaba que en este momento atienden a cerca de 80 familias, una cifra que califica de baja. Sin embargo, «tal e como están as cousas, van ir aumentando. Hai xente que nesta época ten traballos temporais para ir tirando, pero de cara ao inverno vai aumentar».

Espejismo

Las solicitudes de ayudas de emergencia social han descendido en la comarca en el último año, en plena crisis de covid, nada menos. Pero no podemos dejarnos engañar porque, a veces, los datos solo son un espejismo, reflejan una realidad parcial, y lo que ocurre en este caso es que existen otros mecanismos de ayuda. Y más que harían falta para que nadie se quede por el camino.