Un proceso burocrático para reparar unas puertas en Corrubedo se paralizó dos años por el covid

Christopher Rodríguez
Christopher Rodríguez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Jesús Rodríguez solicita el cambio de unos herrajes oxidados que fueron colocados en el año 2011

08 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos años después del inicio de la pandemia del covid-19, los efectos de las medidas restrictivas siguen dando que hablar. Es el caso de Jesús Rodríguez, que asegura que estas limitaciones son las que han demorado que su reclamación por unas puertas se resuelva tras dos años.

La historia de este pleito comenzó en el año 2011, cuando una empresa de carpintería en PVC le cambió en su casa de Corrubedo las ventanas y, especialmente, las puertas, cuyos herrajes acabarían oxidándose sin motivo aparente.

Según comentó Rodríguez, en diciembre del 2020 interpuso la primera queja a la propia compañía, que respondió en enero alegando que el deterioro dependía de varios factores ajenos a la calidad del material: «Afirmaron que dependía de la orientación, la altura o del uso que se hace de ellas».

Tras esto, asegura que puso el asunto en manos del Instituto Galego de Consumo (IGC), que intervino entre el afectado y la empresa. Esta mandó a un técnico a comprobar el problema y le ofreció cambiar los herrajes, pero abonando el coste de la mano de obra, alegando que la garantía del producto había expirado.

Rodríguez, en desacuerdo, volvió a ponerse en contacto con la institución mediadora recibiendo una curiosa respuesta: «Me dijeron que esas mediaciones no se estaban realizando por la pandemia». El afectado asegura que el pasado lunes intentó hablar de nuevo con el IGC, sin éxito.

Tras esto, Jesús Rodríguez sigue a la espera de una solución satisfactoria y unos nuevos herrajes para sus puertas, sin abonar ningún coste adicional, a lo que cree tener derecho.